Hace unos días tuvimos una noticia buena, muy buena, buenísima diría yo. La mayoría de los políticos que nos representan a los ciudadanos -de signos y colores tan distintos entre ellos- tuvieron la valentía o la clarividencia o el sentido común afinado de sacar adelante unos presupuestos municipales que van a servir, al menos, para iniciar un desbloqueo en las inversiones de todo tipo y condición, que ya estaba siendo realmente alarmante para los intrereses de la ciudad. Desde mi modesto punto de vista, Torrevieja no necesitaba ni un minuto más en perder el tiempo de una manera tan burda coo hasta ahora se estaba produciendo, con una parálisis que rayaba la estulticia, se mire como se mire. Yo creo que aquí, al Gobierno municipal, e incluso a la oposición, se viene a ser, sobre todo, responsable, y no a producir macanas y juegos florales, que diría mi buen amigo y querido compañero de buena parte de mi viaje vital y profesional, D. Jaime Maestro Aguilera. Dicho lo cual, se hace necesario indicar que, con el buen dinero que hay en las arcas públicas, ya pueden acometerse importantísimas inversiones, como en los temas de limpieza de la ciudad, o del alumbrado público, o en el mantenimiento y mejora de las zonas verdes… o incluso, si me apuran, pagarle al dichoso arquitecto de la obra sobrecosteada del dichoso Teatro Municipal para que de una vez por todas levante el telón y dé comienzo la función, que ya es hora. Y yo creo que Torrevieja necesita ya olvidar las mayorías absolutas -y el absolutismo que provocan a la corta, a la media y a la larga- y orientar sus políticas hacia el consenso, el diálogo, el sentido común, los acuerdos a las bandas que haga falta y los pactos con el demonio o diablo si fuere necesario. Torrevieja necesita, ahora más que nunca, orientar su vida con un único, y al mismo tiempo, diverso, proyecto colectivo, común de todos y entre todos a ser posible. A la ciudad le falta alma, mucha alma, y eso no se consigue con postureo político, con inútiles retóricas. Yo creo que son altamente positivos esos gestos, esa actitud que han tenido las ciudadanas de Ciudadanos y los representantes de Sueña. Hay que buscar con anhelo y mucha ilusión entre todos un Proyecto Común para activar o dinamizar o llámenlo como quieran esta nuestra ciudad, que anda un tanto aletargada, adormecida o medio muerta, y perdón por la expresión. Estudiar esta ciudad y analizarla en todas sus facetas y ver cómo podemos encontrar las soluciones a los múltiples problemas, que los hay y gordos. No sé si estoy siendo altamente demagógico, pero es lo que realmente pienso en estos momentos. Y todo parece indicar que las mayorías abrumadoras y clientelares se han acabado para todos los siempres.
Nota final: Vamos a dejanos de tonterías ya. Y pongo un ejemplo clarificador. El otro día estuve en el concierto de la Orquesta Sinfónica de Torrevieja en el Auditorio, con el aforo practicamente lleno. Daba gusto estar allí escuchando a un joven virtuoso del violín, y escuchando la Quinta de Beethoven. Y sentí cierta nostalgia de no poder escuchar este tipo de conciertos o cualquier buena obra de Teatro en nuestro Teatro Municipal. Si se fue ágil para cerrarlo por falta de seguridad, hay que ser igualmente competente y eficaz para darle una solución final a su reapertura. De nada nos sirve echarnos las culpas los unos a los otros, porque así podemos estar media vida. Ya se sabe lo que hicieron los unos; pero ahora los otros han de responder con firmeza, sin miedo a nada ni a nadie, rompiendo los obstáculos o los muros de contención de la Administración, que son muy fuertes por otra parte. Vamos a ello, joder.
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