El problema de nuestra juventud actual

Hoy en día, estamos viendo en los medios de comunicación que muchachos y muchachas de 13 y 14 años se están mostrando violentamente con las personas de avanzada edad para sustraerles el poco dinero que éstas perciben por su pensión. Recientemente han ocurrido dos casos muy lamentables, el asesinato de un ex jugador de futbol y el de un matrimonio anciano.
El primero fue atacado en plena calle y, al derribarlo, su cabeza se golpeó con fuerza sobre el suelo y resultó muerto por dicho golpe. Los agresores eran muchachos de corta edad que pretendían robarle su dinero. En el otro caso, los agresores entraron en la vivienda del matrimonio para robarles lo que tuviesen, ya que la casa estaba completamente revuelta, y dicha pareja, brutalmente asesinada. Los intervinientes tenían 13 y 14 años, y otro 16, los cuales ya han sido detenidos por las fuerzas de seguridad.
Muchos nos preguntamos: ¿y todo esto por qué? Pues todo es consecuencia de la mal entendida palabra “progresismo”, muchos entienden este hecho como que cada uno puede hacer lo que le venga en gana aunque perjudique a los demás. Todo esto viene ocurriendo como consecuencia de otras palabras que afectan a nuestra sociedad: “falta de educación”. No hace mucho tiempo, íbamos un amigo y yo andando por una plaza de Valencia, donde habíamos ido a resolver unos asuntos, y presenciamos, e incluso intervinimos, cómo dos muchachas de 13 ó 14 años increpaban a una señora de unos 50 para intentar sustraerle aquello que, en su nerviosismo, dicha señora pudiese mostrar o entregar dada la violencia que aquellas muchachas estaban empleando con ella a las 11 de la mañana y rodeadas de personas. Nosotros nos pusimos junto a esta mujer para tratar de impedir lo que se le venía encima y no vean ustedes la cantidad de improperios e insultos que aquellas muchachas nos dirigieron por haberles hecho fracasar en sus intenciones. Como verán ustedes, son edades en las que debían estar en los colegios, y no entiendo cómo las fuerzas del orden no intervienen y obligan a estos chicos a volver al colegio de donde se han escapado o no han ido.
En algún que otro artículo de los que he escrito, he mencionado, alguna vez, que debía establecerse el servicio militar obligatorio, aunque fuese en un corto periodo, para muchachos y muchachas sin discriminación, pues, miren ustedes por dónde, en Francia va a ser implantado de nuevo, con objeto de disciplinar a los jóvenes, darles la oportunidad de entender lo que es la Patria de cada uno y a valerse por sí mismos, respetando siempre a los demás, con la oportunidad de aprender algún oficio y no estar por las calles delinquiendo.
En muchos colegios, especialmente los de ESO y Bachiller, los profesores se sienten agredidos y amenazados por esta clase de jóvenes que, en sus casas, posiblemente estén viviendo una situación de violencia doméstica entre los padres y demás hermanos, punto al que se llega por una gran falta de educación entre todos los componentes de la familia.
Recientemente se han convocado, por un nuevo hotel de 5 estrellas en Madrid, 100 plazas de trabajo para la plantilla del mismo, alcanzándose una cifra superior a los 7.000 currículos entregados por jóvenes y mayores, unos para obtener su primer empleo y otros para tratar de mejorar el que tienen, de pocas horas y mal retribuidos. Esto nos da a entender la falta de empleo para nuestros jóvenes, ya que existe una tasa de desempleo de un 30% que todavía no han encontrado su primer trabajo y, esto, es muy lamentable, pues, aunque en nuestro país la Macroeconomía informa de datos muy eficientes, la Microeconomía es todo lo contrario. No hay más que darse una vuelta por el centro de nuestra capital y darse cuenta de los pequeños negocios que han desaparecido con sus empleados a favor de las grandes superficies.
El pasado 24 de enero, fue San Francisco de Sales, Patrón de los periodistas, los cuales tienen una importante misión hacia la sociedad, no sólo la de informar verazmente de lo que ocurre en todo nuestro país y extranjero, sino también, tienen la misión de “formar” al lector de periódicos y revistas con sus artículos y reflexiones.
Recuerdo que, en mi época de estudiante, cuando en un mismo colegio coexistían los diferentes grados y todos llevábamos la famosa Enciclopedia Álvarez, en nuestra formación existía la confección de periódicos escolares, que se realizaban con dibujos en colores, textos y redacciones en grandes cartulinas que se exponían en el colegio. También existía una formación espiritual que ahora se echa mucho de menos entre los jóvenes. Aun me acuerdo de mi primer profesor, D. Higinio, y de su esposa, Dª Antonia, con el que estuve desde infantil hasta los 10 años, edad en la que se hacía el examen de ingreso en Bachiller. Eran dos buenísimas personas que se sacrificaban por la buena educación de sus alumnos. No tenían hijos, él falleció después de mi marcha a Bachiller y, ella, lo hizo de tristeza por la falta de su esposo.
Sirva este artículo como recuerdo y homenaje a todos aquellos hombres que, como D. Higinio, dedicaron sus vidas a educarnos y enseñarnos todo aquello que ellos sabían.

Carlos García

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