Así no, señoras y señores. Así no

Rodolfo Carmona
Secretario de Organización del PSPV-PSOE de Torrevieja

Tras lo ocurrido ayer y anteayer en la visita del embajador de Cuba en España, D. Gustavo Machín Gómez, a Torrevieja, uno podría afirmar que entre algunos partidos políticos que se dicen torrevejenses, como el PP de Eduardo Dolón y Joaquín Albaladejo, falta sabiduría política, saber dónde se está y qué se representa. Saber, en definitiva, lo que significa en última instancia ser representante público de la ciudad.
Si, además, en el transcurso de la conferencia en el Casino, el embajador resalta la relación histórica, familiar y sentimental entre Cuba y Torrevieja, el orgullo del pueblo cubano porque en este rincón del Mediterráneo se recordaran los aromas y sabores cubanos a través de la habanera, la intensa emoción que le embargaba personalmente al ver ondear la bandera de Cuba hermanada con la de España en las Eras de la Sal. Si añadimos que la totalidad del público asistente sintió como propias todas y cada una de las palabras del embajador en lo que hizo referencia al sentimiento que une a Torrevieja con Cuba y a Cuba con Torrevieja, si decimos que pidió con vehemencia que se pusiera en marcha el procedimiento para declarar a las habaneras como patrimonio inmaterial de la humanidad, el asunto toma visos de comedia, cuando no de vodevil de cuarta categoría.
Así no, señoras y señores, así no. Torrevieja merece algo más que intereses partidistas y alocadas carreras por situarse a la cabeza de una lista electoral. Torrevieja necesita con urgencia algo más que la cerrazón ideológica, que, a mi juicio, inhabilita para defender los intereses colectivos de todos los torrevejenses. Y así ha quedado de manifiesto con la visita del embajador cubano. ¿En qué cabeza pensante puede haberse gestado semejante disparate? Es lo que tiene estar para másteres y votos de tránsfugas morados y naranjas.
Para que nos hagamos una idea del calibre del despropósito, el diplomático cubano, además de embajador, tiene una dilatada carrera política en Cuba. Sin dar más datos de su curriculum, pues sería muy largo, destacar que D. Gustavo Machín Gómez fue uno de los artífices del deshielo entre Cuba y EEUU. Negoció directamente con la administración Obama; negociaciones que llevaron a la visita del presidente norteamericano a Cuba, visita que fue considerada por todos los medios internacionales como histórica. Y gran parte de ese éxito se debió a la intervención del actual embajador cubano en nuestro país. Luego llegó el huracán Donald Trump y se torció el trabajo iniciado. Pero esa es otra historia.
¿Se imaginan las posibilidades que da tener buenas relaciones, realizar un buen trabajo de diplomacia institucional, las puertas que pueden abrirse de intercambios culturales, económicos, sentimentales con la perla del Caribe con un personaje de tanto peso y calado en la actual política cubana abocada a un proceso de apertura político? Por eso no puede entenderse la torpeza institucional de la oposición, ningún representante de la misma en el Casino ni en la izada de bandera en las Eras de la Sal, en este asunto.
Así no, señoras y señores. Así no.