Con una mesa redonda se clausuró el pasado sábado en Torrevieja el IV Congreso Internacional de Turismo Residencial, que contó con la edil de Turismo, Fanny Serrano, los profesores de la UA Tomás Mazón y Armando Ortuño, y el profesor de la Universidad de Islas Baleares Pere Salvà. Serrano destacó la necesidad del municipio de contar con un Plan Estratégico de Turismo y un nuevo PGOU, ya que data de 1986 y cuenta con 105 modificaciones puntuales «a la carta». Sin embargo, señaló que a pesar de que el suelo está casi agotado, la ciudad cuenta con «grandes posibilidades en el casco urbano en la regeneración del parque de viviendas”. Por su parte, Ortuño señaló que el urbanismo en Torrevieja está influido por el proyecto de Larramendi, después del terremoto de 1829. Un proyecto que, según indicó, estaba pensado para casas bajas y luego se sustituyó por pisos de varias alturas cuando no estaba el entramado preparado para ello.
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