El Periódico de Torrevieja nº633

Diciembre es sinónimo de fiestas en Torrevieja. Y sin solución de continuidad. Aún llenaban las calles los sones de la Charamita, los Sanfermines infantiles, la ofrenda a la Purísima y el desfile infantil, cuando ya estábamos en la Plaza de la Constitución inaugurando el Belén y encendiendo el Árbol de Navidad donado por la comunidad escandinava. Durante este mes, se irán sucediendo los actos que nos llevarán hasta la Navidad, desde el multitudinario concierto de villancicos en inglés a las puertas de la Iglesia de la Inmaculada el viernes 14, hasta la semana de Villancicos en la Plaza, del 18 al 23 de diciembre, pasando por actividades de «Navidades Mágicas» en La Mata, el «Cuento de Navidad» y muchas otras que culminarán con la gran Cabalgata de Reyes el 5 de enero, sin olvidar los festivales de fin de curso de las academias y escuelas de música locales. Serán fechas en las que, entre los adornos navideños y las luces de colores, se hablará mucho de paz, amor y prosperidad, recordando con cariño a todos cuantos faltan; muy especialmente a quienes nos han dejado recientemente, como la inolvidable Luisa Martínez, presidenta de Afecáncer, nuestro compañero y reportero de TVT Carlos Martínez, o el siempre infatigable maestro, articulista y ex-concejal Quino Cos. Siempre recordaremos a quienes se nos marchan dejando un hueco en nuestro corazón, y, en otras ocasiones, sentiremos el vacío porque hemos sido nosotros quienes nos hemos marchado. Y es que a veces, la mejor muestra de amor hacia algo o alguien es dejarlo ir. Hay que saber cuándo apartarse, y cómo hacerlo, facilitando el camino a quien pueda venir después, por el bien de aquello que algún día hemos querido o por lo que hemos luchado, aunque en el fondo nos resulte doloroso. Así debe de haberlo entendido el concejal del PP Luisma Pizana, que ha decidido dar un paso atrás para -en sus palabras- facilitar la renovación del PP, en un gesto que demuestra una madurez que no es habitual ver hoy día -menos aún en política-, y que, posiblemente, le haya valido el Premio Salmonete que otorga la prensa local. También entendió el alcalde que renunciar unos días al centro cultural era la decisión más conveniente para que pueda disfrutarse en el futuro con mayor seguridad. En ambos casos, con un criterio más o menos acertado, ya que todos somos humanos, y todos, sin excepción alguna, nos podemos equivocar de criterio. Algunas veces, nuestras equivocaciones traen sorpresas agradables, como en el I Motoalmuerzo de Torrevieja, que vio triplicadas sus expectativas de público, con más de 1.500 asistentes. Que todas nuestras equivocaciones sean así. Felices fiestas.

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