Ná, de ná, de ná. Naíca

La nada. Ésa va a ser la herencia que recordará Torrevieja del Gobierno municipal multipartito menguante, al que ya le quedan los días contados. Ha sido todo demasiado burdo. Tuvieron en su mano la posibilidad de enterrar al Partido Popular 20 años en la oposición, y han molestado, incomodado, incluso hundido, a todos los sectores sociales, económicos y culturales de Torrevieja. No han dejado de tocarle las narices a todos, durante tres años y medio que parecen ya seis siglos. No reconocerlo es anteponer la inquina personal irracional a quienes estamos en el PP a ser justo con la cruda realidad torrevejense. Los que no desean que Eduardo Dolón vuelva a ser alcalde de Torrevieja, porque ese es su único proyecto, cuentan ya las horas. Saben que su única opción es que suene la flauta, y sumen votos y concejales. Han pasado 337 días desde que en este mismo espacio, adelanté en marzo de 2018, en un artículo titulado “Acuerdo Anti-Eduardo para 2019”, que todas las formaciones políticas existentes en Torrevieja ya habían cerrado el pacto de sumar sus apoyos para evitar que el actual Vicepresidente de la Diputación de Alicante, que es el único que ha llevado de verdad a nuestra Ciudad a Fitur, vuelva a ser alcalde de todos los torrevejenses. En 337 días, las seis formaciones políticas que pusieron con sus votos a José Manuel Dolón como alcalde formal, y a Serrano como ejecutora material, NO HAN DESMENTIDO que sumaran sus votos para impedir que Eduardo Dolón vuelva a liderar el futuro de la capital de la sal. Luego que nadie se rasgue las vestiduras, ni se corte las venas al ritmo de la dulce habanera, ni mucho menos se llame a engaño. La pura verdad es que cualquier voto en mayo de 2019 que no sea en Torrevieja a Eduardo irá a parar a la repetición de un gobierno multipartito, que terminará por rematar lo poco que queda de pie. A estas alturas de tu fiel lectura, podrás pensar que vendo miedo, tremendismo, dramatismo exagerado. Incluso alguno opinará que me apunto a aquello de “O Eduardo o la muerte”. Si estás en la duda de creerme o de abandonarme, te invito a que antes te des una vuelta por las calles comerciales de Torrevieja y Orihuela. Esa contundente realidad es la apuesta del “Todos contra Eduardo”. En el dulsísimo nombre.