Mamá, te quisiera decir tantas cosas… Pero cómo nos cambia la vida. Tu llegada después de tanto tiempo de espera ha sido para mí una y mil veces de ilusión por tantas vivencias vividas… Pero nos vamos haciendo mayores y creemos que lo sabemos todo, pero la madurez no son los años, ¡aunque ayudan un poquito! Son lo que uno vive a través de los años. En la vida se va subiendo escalón por escalón. Hay veces que creemos haber llegado a la cima… Pero aún así, mamá, la lucha es el día a día. Es por eso que estamos. Tal vez habrás querido muchas cosas que creía poder ofrecerte. Pero, mamá, el estar sano también cuenta, y juntas.
El destino barajó las cartas. Pero la vida se encargó de juntarnos.
Graciela
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