Torrevieja es otro mundo. Nada más hay que ver el calor veraniego con el que comenzamos el mes de noviembre, que, junto con la animación de la noche de Halloween, nos dejó una estampa de calles, bares y playas llenos en el Puente de Todos los Santos. No faltó, sin embargo, tiempo para la devoción, con una multitudinaria participación en la histórica visita de la Purísima al cementerio municipal el 2 de noviembre de 2019, como multitudinaria fue también la tradicional visita a los difuntos del día anterior. Torrevieja también es capaz de reunir en un mismo mes religión y ciencia; con la Semana de la Ciencia a la vuelta de la esquina, y también la Semana de la Innovación. No podemos dejar de mencionar los miles de colchones abandonados en las calles que se han conocido a lo largo y ancho de la geografía española, tras lo que Aseo Urbano ha anunciado vigilancia policial para evitar los vertidos incontrolados de residuos. Y pronto elegimos también a la Reina de la Sal, que, según anuncian, vendrá aparejada a la reapertura del Teatro Municipal, tan ansiada como delicada. Y en toda esta vorágine, aquí parece mentira que estemos a punto de ir a votar otra vez. Lo dicho, Torrevieja es otro mundo.
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