El extremo sur de Cala Piteras, playa ubicada junto a la urbanización Rocío del Mar, presenta una honda grieta de unos 15 metros de largo tras el paso de la borrasca «Gloria». El Ayuntamiento ha acordonado la zona con vallas para impedir el paso de personas. Los servicios territoriales de Costas visitaron la zona para analizar cómo asegurar la roca y evitar su caída sobre el agua. Por otro lado, Costas, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, valoró los daños ocasionados por el oleaje e infraestructuras de su competencia en el litoral torrevejense.
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