El Periódico de Torrevieja nº661

Y de la noche a la mañana, el mundo cambió. Prácticamente en 24 horas, Torrevieja pasó de las terrazas llenas junto a la playa, la algarabía en los colegios y los parques, el bullicio en las zonas comerciales…, al confinamiento, el cierre de establecimientos y el silencio en las calles, sólo interrumpido por los aplausos de las 20 h. Nadie se lo habría creído unos días antes, ni unas horas antes, y menos en un lugar tan apacible como Torrevieja. Afortunadamente, poco a poco vamos saliendo de esta pesadilla, con la lección aprendida de que todo lo que en nuestro día a día creemos importante puede quedarse en nada en cuestión de un momento, y que las cosas a las que no prestamos demasiada atención o que damos por hechas son en realidad las más esenciales. Torrevieja ya va recobrando poco a poco su vida, su alegría. Ya han vuelto a abrir las tiendas, los bares y restaurantes, los paseos y parques, los mercadillos, y pronto abrirán sus playas, entraremos en fase 3 y recibiremos con entusiasmo la nueva normalidad. De esta experiencia, nos quedaremos con lo positivo que hemos aprendido, y también lo positivo que ha traído, como el despliegue de solidaridad y la implantación, por fin, de la Administración Electrónica en Torrevieja. Y es que en situaciones límite nos vemos obligados a cambiar nuestra forma de pensar, a explorar caminos que no habíamos descubierto, y es en ese proceso cuando nos damos cuenta de que las dificultades nos refuerzan y nos ayudan a crecer.

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