Rescisión del contrato del Hospital de Torrevieja

Joaquín Garrido Mena

En estos días el ambiente está revolucionado en Torrevieja en relación al contrato que la Generalitat Valenciana tiene suscrito con Ribera Salud, que es la empresa privada que gestiona el Hospital Público de Torrevieja.
Efectivamente siendo usuario de dicho hospital, digo y afirmo que funciona bien, como otro hospital público. El problema radica en que es una empresa privada. Quienes lo gestionaron fueron los anteriores responsables de la Generalitat, que realizaron dicha contratación. Recuerdo a Eduardo Zaplana, entonces Presidente de la Generalitat, vino próximo a unas elecciones municipales a dar un mitin en Torrevieja, por entonces Pedro Hernández Mateo, alcalde de Torrevieja, anunciando a bombo y platillo, por fin la construcción del Hospital de Torrevieja. Por cierto, ya existían los Hospitales de Elda y el de Orihuela, a donde pertenecíamos los residentes de Torrevieja y la Vega Baja.
El que se quiera gestionar, desde el ámbito público, es un muy buen tema para tratar de reducir costes dado que no habría que pagar los servicios de la gestión a una empresa privada, dado que no es una ONG y tiene que percibir sus ganancias. El objetivo de una empresa privada es hacer una gestión con el menor coste posible para generar el máximo de beneficios, y la empresa pública es hacer la mejor gestión posible, sin obtener beneficios a cambio. No obstante, en ambos casos, la gestión deberá ser, eficaz y eficiente. Lo verdaderamente importante es encontrar un verdadero gestor de lo público y no un amiguete o un “mindundi”.
Recientemente un personaje ilustre de Torrevieja, que ha sido Diputado Nacional, como su antecesor torrevejense, Joaquín Chapaprieta, manifiesta su total desacuerdo con el presidente de la Generalitat Valenciana en el tema de retornar al Hospital a la gestión pública. Yo le diría a este señor tan ilustre que nos devuelva a los torrevejenses el dinero que percibió indebidamente del Ayuntamiento, según sentencia judicial, porque ejerció muchos trabajos aun teniendo dedicación exclusiva, pero dudamos que así sea porque el Ayuntamiento actual no se lo reclamará y, por tanto, no pagará.
El otro tema delicado es el de los trabajadores ante la incertidumbre de su futuro laboral. Creo que la Generalitat optará por un sistema donde no perjudique al colectivo más delicado que son los trabajadores, y haga lo que se hace con las grandes contratas cuando cambian de titularidad; los trabajadores pasan automáticamente con la nueva empresa.
No obstante, pienso que en lo sucesivo las plazas se deberán ocupar, bien por oposición o por bolsa de trabajo, y no como ahora, que los puestos han sido colocados a dedo por bastantes del PP.
Por tanto, los ciudadanos queremos un Hospital Público, que de un buen servicio a la ciudadanía y no sea motivo de especulaciones y ganancias dinerarias a costa de la salud de los ciudadanos. Apoyamos al presidente de la Generalitat y a su Consellera de Sanitat.

2 comentarios

  1. Joaquín, no te entiendes ni tú. Dices que el Hospital funciona bien. ¿Entonces?. ¿Dónde está el problema? Ya sé… que lo hizo el PP.

    Sal de la secta, que todavía puedes disfrutar de la vida sanamente.

  2. «El objetivo de una empresa privada es hacer una gestión con el menor coste posible para generar el máximo de beneficios, y la empresa pública es hacer la mejor gestión posible, sin obtener beneficios a cambio». Falso

    La gestión privada consigue el mejor servicio sanitario desde el doble punto de punto de vista de la eficiencia asistencial y económica.
    La pública gestiona peor y asiste peor con los mismos recursos, o igual si dispone de recursos mayores, endosando los sobrecostes a déficit y a deuda.
    Está todo estudiado.
    En todo caso, o progreso o autonomías, pero no ambos

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