La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede desplazada en Elche, ha condenado a 18 años de prisión a un hombre que vulneró la orden de alejamiento que le prohibía aproximarse a su madre y la asesinó tras propinarle múltiples golpes con un bate de béisbol en Torrevieja. La sentencia recoge el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular al término del juicio, celebrado a finales del pasado mes de junio, y puede ser recurrida en apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Según los hechos declarados probados por el jurado, el acusado convivía con su progenitora, de 81 años y aquejada de una enfermedad terminal, en el domicilio familiar, pese a que no podía comunicarse ni aproximarse a ella en virtud de una sentencia por quebrantamiento de condena. Sobre las 23 horas del 2 de marzo de 2020, el hombre comenzó a golpear repetidamente a su madre con un bate de béisbol en la cara, la cabeza y otras partes del cuerpo hasta causarle la muerte. La agresión se produjo de forma sorpresiva para la perjudicada, que tomaba medicación a causa de su enfermedad terminal y presentaba un estado físico muy debilitado, hasta el punto de que tan solo pesaba 42 kilos, por lo que no tuvo ninguna posibilidad de defensa. Tras perpetrar el crimen, según la resolución judicial, con la intención de no ser descubierto, el penado trató de simular un accidente, colocó a su madre de rodillas, apoyándola en parte sobre el colchón de la habitación donde dormía, y arrojó encima de ella un armario de grandes dimensiones. Tal y como dictaminó el jurado, aunque el acusado mantenía intactas sus capacidades volitivas y cognoscitivas, es decir, sabía lo que hacía y quería hacerlo. Por esta razón, la sentencia aprecia en su actuación una circunstancia atenuante. Por el contrario, aprecia la agravante de reincidencia para el delito de quebrantamiento, pues el procesado ya había sido condenado varias veces por vulnerar la orden de alejamiento respecto a su madre, y la agravante de parentesco, en el caso del delito de asesinato. A la hora de imponer las penas, la magistrada de la Audiencia que presidió este juicio con jurado ha tenido en cuenta el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía y la defensa, que establecía 9 meses de prisión para el delito de quebrantamiento de condena y 17 años y 3 meses de cárcel para el asesinato.
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