Los Verdes exigen la recuperación de la parcela de la escuela noruega

Carmen Morate
Concejal del Grupo Municipal Los Verdes de Torrevieja

Los Verdes destacan el poco interés que muestra el PP para darle uso a solares y edificios municipales (ej. solar de la escuela noruega, edificio junto al Juzgado, viejo Ayuntamiento, escuela de las monjas, etc.), en comparación con la celeridad en la que gestionan la adquisición de edificios a derrumbar (fábrica de hielo, edificio calle Clemente Gosálvez), totalmente desproporcionada, malgastando los impuestos que pagan los torrevejenses.

La parcela en cuestión dispone de 4.800 m² de superficie y está situada junto al residencial de Eliseos Playa en la urbanización de Mar Azul. Se encuentra en un estado de total abandono habiendo sido invadida por maleza y vegetación, lo que genera la presencia de mosquitos y otros insectos, además de roedores y pequeños reptiles. No dispone de puerta porque al ser metálica fue robada hace años y nunca ha sido repuesta, lo que permite el libre acceso al interior con el peligro que conlleva para todas las personas que deciden entran, pero sobre todo para niños y adolescentes que en ocasiones no son conscientes de los riesgos – si pasase algo, la responsabilidad última recae sobre el Ayuntamiento por ser el propietario del solar y permitir que se encuentre en semejante estado. Aparte, la entrada de este solar está siendo usado como vertedero como sucede en tantas otras parcelas de Torrevieja.

El Partido Popular, con el corrupto alcalde Hernández Mateo a la cabeza, cedió esta parcela en el año 1992 a dos particulares sin exigir la solvencia, la experiencia y las garantías reales que avalaran que la operación salvaguardaba el interés general frente al negocio privado que pretendían hacer los particulares interesados, quienes hipotecaron la parcela por 25 millones de las antiguas pesetas así montaron el negocio, aunque todo se vino abajo cuando desde Los Verdes exigimos responsabilidades por no tener convenio ni autorización alguna con las autoridades noruegas, aparte de que no estaban pagando al personal y diversos aspectos de dudosa legalidad. Estos particulares debían pagar tan sólo unos ¡500 Euros anuales! por el uso de esta parcela. Un dato interesante es que los informes que componen ese antiguo expediente son redactados y firmados por el sentenciado arquitecto municipal ya retirado, Mariano Cayuelas García. Desde Los Verdes hemos solicitado estos informes a alcaldía hace ya dos meses, pero hasta el día de hoy no hemos obtenido acceso.

En pleno debate sobre la legalidad o no de la Escuela Noruega, en 1997 un repentino y – según los bomberos – intencionado incendio terminó con el centro y todas sus instalaciones, hasta la fecha en la que nos encontramos, sufriendo los vecinos las consecuencias de la chapucera y clientelar gestión que siempre ha definido la política del PP de Torrevieja.

Quedan 20 años para que termine la adjudicación a dedo que el PP le facilitó a sus amiguetes de entonces. Con dicho vencimiento y de forma simultánea, los bancos y los acreedores desvincularán la parcela de las deudas y operaciones financieras que se hayan formalizado con la garantía del contrato de adjudicación. La parcela estará ahora gestionada por la Sareb y su valor será mínimo, atendiendo al stock de suelo y viviendas de que disponen los bancos y a su dificultad para darles salida, no olvidando que el presupuesto municipal dispone de una partida para hacer frente a un gasto de estas características.

Por todo ello, desde Los Verdes exigimos al Gobierno de Eduardo Dolón que actúe inmediatamente e inicie los trámites pertinentes para recuperar la parcela de la antigua Escuela Noruega, para sanear ese espacio público del área residencial sur del término municipal, para evitar males mayores y para subsanar la envenenada herencia de pelotazos y de negocios sucios que el Partido Popular ha legado al pueblo de Torrevieja. Consideramos que si el Partido Popular no es capaz de solucionar problemas de esta índole durante décadas, no debería iniciar proyectos nuevos que por más que así se intente vender, no corresponden a las necesidades e inquietudes de los vecinos de Torrevieja. Más bien parecen negocios privados con amiguetes y pelotazos urbanísticos destinados al fracaso. Una política de despilfarro del patrimonio municipal a costa del dinero de los contribuyentes.

Tiene el PP una ocasión única para recuperar este patrimonio municipal tan malamente dilapidado por uno de los gobiernos de su mentor y maestro, el condenado Hernández Mateo y sorprender a los ciudadanos convirtiendo ese espacio en algo útil y de disfrute para los vecinos de Torrevieja. ¿Qué tal un parque canino?