Ximo Puig y el futuro de Torrevieja

Rodolfo Carmona
Concejal socialista Ayuntamiento de Torrevieja

Mañana sábado, 29 de enero de 2022, la ciudad de Torrevieja vivirá uno de esos días en los que aparentemente nada sucede y, sin embargo, mañana, asistiremos a una jornada histórica donde nuestra ciudad dará el primer paso para definir y apuntalar la Torrevieja del siglo XXI. Me estoy refiriendo a la presentación por parte del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, del Proyecto de Remodelación del Puerto, que tendrá lugar a las 11:30 de la mañana en el Teatro Municipal. Un proyecto nacido de la iniciativa privada, el empresario Enrique Riquelme, cuya empresa será la encargada de construir y gestionar la futura zona de ocio y comercial del puerto de Torrevieja, y que ha contado con el visto bueno del conseller de Obras Públicas, Arcadi España, y con la colaboración, en la que era su competencia, la modificación puntual Nº109 del PGOU, de la administración local, encabezada por el alcalde, Eduardo Dolón.
Desde mediados del siglo XIX, la construcción de un puerto en la ciudad de la sal fue una de las demandas económicas más importante de los habitantes de la ciudad y del conjunto de la Vega Baja. No fue hasta bien entrado el siglo XX en que se dio respuesta a esa demanda. Mañana asistiremos a la presentación de un proyecto que se sitúa al mismo nivel de importancia en desarrollo económico y modulador del futuro que la inicial construcción del puerto de Torrevieja.
Hubo algunos proyectos anteriores en este sentido, que pecaban de exceso de megalomanía, y que fueron quedando en agua de borrajas por falta de voluntad política real por parte de las administraciones implicadas. Y ha sido con el presidente, Ximo Puig, cuando se ha podido concretar y llevar a cabo una iniciativa de este tipo.
Siempre he abogado por la colaboración entre administraciones públicas. Es más, también he defendido –y lo aplico en mi quehacer diario como concejal– esa colaboración en beneficio de la ciudadanía, entre partidos políticos, se esté en el gobierno o en la oposición. No deja de ser evidente que se había instalado una norma no escrita en la que se negaba el pan y la sal al oponente político y muchos proyectos quedaban en el cajón del olvido o sufriendo retrasos y largas demoras en función del color político de unos o de otros.
Afortunadamente tenemos a un presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que entiende que hay otra forma de “hacer” política, que marca la diferencia, que le da todo el sentido a la definición de servicio público, que no busca enredarse en batallitas estériles ni en apostar a la mezquindad. Gracias a ello tenemos la oportunidad de asistir a un momento histórico para la ciudad de Torrevieja, un momento en el que los torrevejenses podremos asomarnos al futuro con confianza y esperanza ante lo que ha de venir: una ciudad abierta al puerto o un puerto absolutamente abierto a la ciudad.
El futuro está hoy aquí. Gracias a todos aquellos que lo han hecho posible.

 

6 comentarios

  1. Las obras del dique de Poniente y muelle de la sal, en el puerto de Torrevieja, son de Franco, así como el dragado del muelle Mínguez, para arrancar una enorme losa en la que encallaban los barcos cargados que llegaban de faenar; lo mismo la construcción del puerto pesquero de Torrevieja, en 1956 por importe de doce millones de pesetas. Igual que la construcción del dique que recibiría el nombre de Muelle de la Sal. En sus obras se debían invertir treinta millones de pesetas, siendo también encargadas a la empresa Dragados y Construcciones S.A. En 1958, la visita del Ministro Vigón
    elevaba a cien millones de pesetas las inversiones, correspondiendo cincuenta millones a las obras del contradique, y ocho millones al muelle pesquero, encontrándose pendiente de subasta el resto. En cuanto a lo que dice, tal vez la otra forma de hacer política no sea tan nueva: mantener a Oltra, de la que hay fundada sospecha de presunto encubrimiento de su marido, condenado a 6 años por abuso sexual a una menor tutelada por la Generalidad; imponer el valenciano donde jamás se ha hablado, para complacer a los separatistas; o la millonaria entrega de subvenciones por parte del Gobierno de Ximo Puig a su hermano Francis: (leído en internet) «dos causas judiciales diferentes: una en la Audiencia Provincial, otra en el Juzgado nº 9 de Valencia. Ambas cuestionan unas ayudas a las empresas de la familia de Ximo Puig que suman en total más de un millón de euros».
    Y es que las cosas son como son y no como algunos quisieran que fuesen.

  2. Sí, la caspa de siempre. El que tiene poder suele abusar presuntamente de él para diversas cosas: encubrir a un allegado, mejorar su cuenta de resultados, complacer a un aliado político, etc… Vamos, lo de toda la vida.

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