Políticas sociales o políticas florero

Rodolfo Carmona
Concejal no adscrito del Ayuntamiento de Torrevieja

Desgraciadamente la política se ha convertido en un espectáculo, en un bazar sin pasión turca, donde vociferar proyectos apenas esbozados como saldos de última hora. La inercia de este «the show must go on» llega a rizar el rizo y trastoca en un totum revolutum la acción política, donde lo que prima es la venta a destajo de lo poco que va saliendo, llegándose al paroxismo con la obscena reinauguración de la inauguración de lo ya dos veces inaugurado. El ejemplo del proyecto de la reorganización del puerto en Torrevieja es un claro arquetipo de la continua utilización de los proyectos que van saliendo adelante en beneficio propio, electoralmente hablando. Y las fotos en prensa y en redes sociales para contar la primera piedra o la retirada de arena para colocar la segunda piedra con casco blanco y chaleco amarillo incluidos, bien valdrían como cartel anunciador de la película Bienvenido Mr. Marshal. Aunque en este caso concreto el dinero lo pone el sector privado. Pero poco importa eso cuando el horizonte electoral se acerca a galope tendido por el horizonte y todo Dios aspira a ser reelegido. Y esto lo hacen tanto tirios como troyanos, no hay diferencias en esto sea una u otra ideología la que atesore el gobierno de turno.
Y en este continuo transitar de cascos blancos y chalecos amarillos por el puerto de Torrevieja como cabalgata de los Reyes Magos, se echa de menos que las políticas sociales, en un contexto de crisis económica y sanitaria como la que estamos padeciendo, se pongan en marcha. Pero la política municipal parece mirar al cielo, no con espíritu religioso o buscando la inspiración en las musas, si no para contemplar los fuegos artificiales que iluminan la noche de manera tan hermosa pero tan fugaz, que para eso vale el remanente municipal o la última trasferencia de crédito.
Sin embargo, el futuro queda tan lejos que nadie parece ocuparse de los distintos escenarios que pueda traer. Problemas como la “gentifricación” de la ciudad, la pérdida de inmuebles para alquiler en favor de utilización de los mismos como apartamentos turísticos, con el consiguiente aumento de los precios de los cada vez menos inmuebles disponibles para el alquiler de familias y trabajadores. El aumento de la inflación está trayendo numerosos problemas y aumentando las personas y familias que ya no pueden afrontar los gastos de cada mes o que llegan a fin de mes con muchas dificultades. La lista sería interminable, pero la lista de propuestas para mitigar estas situaciones no aparece por ningún lado en la política local. Bueno sería que, con respecto al tema de la falta de viviendas para el alquiler, por el continuo goteo hacia el sector turístico de las mismas con el consiguiente aumento de los precios del alquiler, el gobierno local moviera ficha y se sumara con todo al Plan ADHA, una iniciativa del Consell que subvenciona la adquisición por parte de las entidades locales de viviendas para destinarlas a usos sociales. Un plan que dota a los municipios que se acojan de variados recursos para hacer frente a numerosos problemas habitacionales a los que se enfrentan en el presente o lo harán en un futuro no tan lejano la ciudadanía torrevejense. La política local debería empezar a ponerse las pilas.

1 comentario

  1. Yo, si me dedicase a ciertas cosas, no cobraría por ello.

    «Desgraciadamente la política se ha convertido en un espectáculo, en un bazar sin pasión turca, donde vociferar proyectos apenas esbozados como saldos de última hora».

    ¿Alguna palabra de condena del blanqueamiento de la ETA o de apoyo a la menor machacada por el gobierno taifa valenciano? (Silencios ominosos y cómplices)

    Si no lleva cordones pueden ser mocasines; en caso contrario Pedro Sánchez P-C, alias Grazie Antonio.

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