“Hoy, aquí, y ahora…le declaro la guerra incondicional a la pobreza
en Estados Unidos”
(Lyndon B. Johnson [964])
Encostrada en la raíz histórica de las civilizaciones humanas, desde hace milenios, sin solución de continuidad, la eterna diferencia económica entre clases no quiere resolverse nunca. La abundancia ofrecida en la Madre Tierra tiene dueños. Está siendo explotada por los menos. Se está llegando a poner a todo el planeta en serio peligro por la hioer_explotación de toda clase de recursos: tanto naturales, como humanos. La codicia y avaricia psicóticas de algunos humanos obra en contra toda nuestra especie. No tiene fin. También, pone en peligro la supervivencia de otras especies animales, de plantas o minerales. Desafortunadamente están en el entorno de depredación y rapiña, al alcance de los esquilmadores, siempre ávidos de una buena posición económica. Sin pensar que existe un mañana (hasta que deje de existir), la orgía consumista se erige como nuevo dios. Trata, engañosa e infructuosamente, rellenar de forma artificial los propios vacíos espirituales internos. La Tierra sufre una sobrexplotación irracional de sus recursos a manos de producciones de todo tipo, mercantilizadas, globalizadas, absurdamente paradójicas y movidas por logísticas a nivel planetario (mega barcos porta contenedores, aviones, trenes, camiones, autos no paran de moverse 24 horas/día, 7 días/ semana durante todo el año). El planeta no aguantará. No todos pueden ser ricos económicamente, sin embargo, todos lo desean.
De manera acumulativa, nos encontramos que la división entre ricos (cada vez más ricos) y pobres (cada vez más pobres) se está convirtiendo en un abismo insalvable al que nadie puede substraerse. Demasiada gente desprovista, mal vive en bolsas de pobreza. Esto siempre constituyó un polvorín peligroso para cualquier sistema , este no será menos. Pero, no llegará la sangre a ningún rio. Los de abajo se han mostrado incapaces de unirse para pelar contra los acaparadores de riqueza; excepto en los casos con revoluciones que los han dejado donde estaban o aún peor.
El último documental que he visionado sobre el problema de la vivienda laceró mis retinas, sensibilizando mi ánimo. Siempre he pensado que la “cosa social” no está inteligentemente organizada. Nadie me convencerá que unos valen tanto y otros tan poco.
El egoísmo y la codicia son patologías del alma . Algún día resultarán sanadas para organizar el buen funcionamiento de un organismo vivos superior a cualquier individualidad o grupo de poder. Hablamos de sociedades complejas evolucionadas.
Llegado ese momento, seguramente, enfrentaremos otros peligros y amenazas. Quizás, inclusos más graves. La pobreza tiene que superarse y trascenderse por absurda e ineficiente. Se supone que los humanos son inteligentes. Tienen cerebro para pensar, organizar, cooperar.
Más allá de la sociedad del “me gusta”, donde toda negatividad es apartada, deberíamos fortalecer el músculo de la solidaridad, reafirmando el compromiso para encontrarnos en el horizonte de una nueva Consciencia Colectiva. Algo que sea competente para la defensa de los derechos y libertades hasta ahora conseguidos. Conquistas de antaño que algunos pretenden suprimir a base de mantenernos sumergidos en permanentes crisis de todo tipo. ¿Cómo es posible que periódicamente, tras prolongados esfuerzos, todo se derrumbe de sopetón de la noche a la mañana y estemos de vuelta en otra crisis?. ¿Como se puede robar el dinero de los contribuyentes, de manera tan descarada e impune, para entregárselo a los bancos que han provocado perdidas multimillonarias a sus clientes, a toda la sociedad en su conjunto. Rescates bancarios que NO SE HAN DEVUELTO. Una aberración consentida por las administraciones y organismos de justicia. A los robados, no más les queda el derecho al pataleo y la impotencia. Nunca se devolverá a las “arcas” el dinero que se entregó de manera infame a los banqueros. En el sistema capitalista a los ricos y poderosos, sean rufianes o no, nunca les pasa nada por sus abusos. Esta es la cara del capitalismo de nuestros días . Pero tiene otras aún más feas.
Ya no estamos en épocas de analfabetismo. Se realizaron grandes logros en educación de manera masiva en todo el globo, hoy hiperconectado. ¿Qué impide estructurar una organización social mas equitativa, más empática e incluyente? No es suficiente mantenerse solamente preocupado del propio estatus personal, mientras damos la espalda a cualquier consideración de mejoramiento social. La vida da muchas vueltas y todos nosotros con ella. En cualquier momento necesitamos ayuda de alguien. Nunca se sabe que pasará.
Conseguir afianzar los logros en derechos sociales básicos en muy necesario para que nadie los suprima, los degrade o se apropie de ellos ilegitimamente. Algo que parece estar olvidándose.
Las imágenes y testimonios del mencionado documental fueron recogidos recientemente en la considerada “Primera Democracia del Mundo”, una gran potencia mundial: los Estados Unidos de América del Norte. En ese trabajo documental se muestra, muy a las crudas, como muchas personas se están quedando sin derecho a la vivienda. En poco tiempo se pasó de 35.000 sin techo a mas de 55.000 por muy diversas cuestiones. Las tiendas de montaña acampan y proliferan en distintos barrios de las ciudades. Cualquiera puede caer en una situación de quiebra severa. En la sociedad americana han de costearse de forma individual toda una gama de coberturas de seguro, a fin de conseguir cierta estabilidad en algunos aspectos de la vida: seguro médico, seguro por desempleo, pensiones etc. A diferencia, en Europa lo hacemos por la vía de deducciones en la nómina de los cotizantes; por lo cual, nadie escapa al tributo de impuestos para coberturas sociales básicas. Al igual que EEUU en la UE tampoco se garantiza el derecho a la vivienda, aunque, esta última es más flexible en materia de arrendamientos. Los alquileres de vivienda son algo esencial para desarrollarse con dignidad, siendo vital para muchas personas. En EEUU no está admitido el retraso en el pago de alquileres. La misma policía acudirá en 6 días para desalojar y poner en la calle a los que se retrasan.
Gente trabajando nueve horas al día llega exhausta para dormir en su propio coche cada tarde. Se han quedado sin vivienda, por ejemplo: al tener que hacer frente al coste del tratamiento a una enfermedad imprevista, o por separarse de su cónyugue. Otros perdieron el trabajo y deben recurrir a la solidaridad de pizzerias para alimentarse, las cuales ofrecen compasivamente las pizzas que estuvieron demasiado tiempo en los mostradores sin ser consumidas.
También, se reparte entre la población bonos para alimentos, canjeables en supermercados (un logro del Presidente Lyndon B. Johnson, cuando en 1964 tras visitar una de las regiones empobrecidas de EEUU declaró la guerra contra el hambre). Muchas de esas personas, ahora caídas en desgracia, dedicaron buena parte de su vida en incrementar las fortunas particulares de otros.
Los peligrosos poderes globalizadores capitalistas quieren eliminar la pobreza acabando con el pobre.
Si pones dos personas desnudas frente a un muro de piedra… nadie puede distinguir quien es rico o pobre.
AV Espuch
«—Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro».
Amigo mío, la respuesta a la pobreza es el trabajo. Y si alguno le dice otra cosa o miente o es que es socialista.