Prometí y no cumplí

Nacho Torre-Marín Comas
Concejal no adscrito del Ayuntamiento de Torrevieja

Ayer, como es mi costumbre, bajé al paseo marítimo para comprobar in situ si los temas que había presentado en sede y comentado en el pleno sobre los socorristas y los baños se habían subsanado.
Los baños estaban limpios y sí, tenían ya papel. Lo que no quedó claro es si todavía los productos de limpieza los pone la empresa o los siguen poniendo las personas que realizan la labor.
La caseta de la playa del Cura es de madera, la antigua, pero los socorristas se consideraban afortunados, pues tenían luz y un ventilador que elles compraron de su bolsillo, lo que me pareció tercermundista e indignante, conociendo el montante económico que los torrevejenses pagamos a la empresa adjudicataria. Incomprensible que el consitorio y el concejal de playas no tengan más control de esas empresas que cobran, pero poco se ocupan de sus trabajadores.
El caso del paseo es otro cantar, pero más que de alegría, de tristeza y desesperación. El aseo que gestiona la empresa, diferente a la empresa que gestiona el resto (ya me dirán la razón de tener dos empresas diferentes) está en un estado deplorable y el vídeo obtenido lo mando a sede electrónica pues no es de gusto para publicarlo en redes) y el contenedor de metal donde se ubica la oficina y sala de curas de los socorristas sigue sin luz, agua o sombra, algo que avisé el día 4 de julio y que sigue sin solventarse. Lo aún más insostenible, si cabe, es que justo detrás y para los recientes conciertos que se han celebrado en el paseo, hay otro contenedor, éste sí, acondicionado con su unidad de aire acondicionado que supongo se instaló para que los artists no cayeran defallecidos entre actuaciones.
Una vez más se ve la prioridad de este gobierno donde la farándula y los votos de su juerguista “congregación” son mucho más importantes que el bienestar de aquellos que ayudan y salvan vidas a los torrevejenses.
Y, para rizar el rizo, me entero de que hace más de un año, el hoy edil independiente, Rodolfo Carmona, había expuesto la misma situación pero, a él sí le contestaron entonces diciendo, como siempre que tomaban nota y lo solucionaban.
Como siempre, promesas al viento y pocos resultados. No solo no se solucionó la última vez sino que este año se ha vuelto a repetir lo mismo con total impunidad por parte del gobierno de la fiesta, el ladrillo y el destrozo de la naturaleza.
Yo, sabéis bien, que me retiro de la política institucional al final de la legislatura, pero espero que mi fiscalización, mis quejas, mis escritos en sede, mis vídeos y mis artículos y notas de prensa valgan, en primer lugar para que este gobierno solvente algo antes de irse, pero también y fundamentalmente para que les torrevejenses puedan pensar y ponderar su intención de voto para las próximas elecciones, pues está claro que por mucho que lo griten a los cuatro vientos, seguimos con la casa sin barrer.