Miles de residentes de origen ucraniano se congregaron el pasado miércoles en el Parque de las Naciones para celebrar el 31º aniversario de la independencia de su país. El acto, bajo el lema «Con Ucrania en el corazón», fue organizado por un grupo de voluntarios con el apoyo de la Asociación de Ucranianos de Torrevieja. La apertura contó con la presencia del alcalde, Eduardo Dolón, junto a la edil de Residentes Internacionales, Gitte Lund, y la edil de Parques y Jardines, Carmen Gómez. Además de una feria de artesanía, se sucedieron una serie de actuaciones de música y baile, la entrega de premios del concurso infantil de dibujo, un desfile de moda y una subasta para recaudar dinero para ayudar a los refugiados ucranianos.
¿Se respetó la Ordenanza Municipal de Ruidos de la Ciudad de Torrevieja o fue como de costumbre?
Veo reproductores de sonido, micrófonos y amplificadores regulables a voluntad. El nivel de cálculo de emisiones puede oscilar entre 95 y 102 dBA. Es decir, exceder entre 40 y 47 dBA el nivel máximo permitido, lo que equivale a una presión sonora de 10 mil a 50 mil veces la autorizada por la Ley. ¿Te das cuenta, zagal, el disparate en que habéis convertido Torrevieja?
No somos parias, somos ciudadanos. Nadie está por encima de la Ley. Los ucranianos tampoco.
Tratándose del descanso, la intimidad e inviolabilidad del domicilio y de la salud (todos ellos derechos fundamentales amparados por la Constitución), ¿qué menos que audiencia a los vecinos colindantes, limitaciones sonoras y horarias, y medidas correctoras como pantallas acústicas y otras? A nadie se le pueden imponer obligaciones que dañen sus derechos fundamentales y constitucionales sin estar legalmente obligados a soportarlo. Es uno de los rudimentos del Derecho.