Sergio Boj, militante de Sueña Torrevieja, ha propuesto un proyecto para la recuperación de la memoria democrática de Torrevieja mediante el levantamiento de un monumento en recuerdo de las víctimas del bombardeo de 1938, así como la puesta en valor y la apertura al público de los diferentes refugios anti aéreos que se construyeron en la ciudad, estando los más importantes bajo la Plaza de la Constitución y en las inmediaciones de la bibioteca municipal. «Ya es hora de romper lo que parece ser un tabú en nuestra ciudad, homenajear a las víctimas y sacar a la luz los dramáticos acontecimientos que vivió la localidad de Torrevieja durante la contienda de la Guerra Civil española», aseguró. Por su parte, Pablo Samper, alcaldable por Sueña Torrevieja, recuerda que lleva luchando desde 2015 por el reconocimiento de las víctimas del bombardeo y la colocación de un monumento a la entrada del puerto torrevejense.
¿Vais a quitar la calle a Ramón Gallud Torregrosa porque era de Falange o porque lo asesinaron los rojos?
LI: «Ramón Gallud Torregrosa, hijo de Ramón Gallud Mínguez, alcalde de Torrevieja desde 1944 hasta 1948, nació en 1917 y murió en 1936, con sólo 19 años. Al inicio de la Guerra Civil (1936-1939), fue fusilado por sentencia del Tribunal Popular de Alicante el mismo día que otros torrevejenses como Gabriel Aracil. Ramón Gallud era estudiante de medicina en la Universidad de Valencia, y decidió afiliarse a Falange Española, una decisión que le obligó a huir del lugar donde residía y escapar hacia Barcelona, como cuenta Francisco Rebollo en su Historia de Torrevieja. Esta huída fue realizada con el barco de pesca de su abuelo, Ramón Sala Mínguez, y pudo llegar a casa de un amigo con la intención de esconderse allí, pero fue localizado por las fuerzas de la República. Se vio obligado a volver a Alicante y después de un tiempo en prisión fue fusilado, junto a otro compañero falangista, por dichas fuerzas republicanas en el contexto de la Guerra Civil, que tantas víctimas dejó en España. Una vez acabada la guerra, el ayuntamiento decidió dar su nombre a una calle que anteriormente se denominaba Quiroga, combatiente de los franceses en la Guerra de la Independencia (1808-1812). Su pertenencia a la Falange Española justifica que en su placa aparezca que “dio su vida por dios y por la patria”, pues con la victoria del bando nacional, muertes como la suya fueron consideradas por Franco como la de hombres que habían muerto para salvar España del peligro republicano, y por tanto honores como el de dar su nombre a una calle vienen dados por esta consideración».
Adonde yo os diga….
Por Dios y por la Patria, con mayúsculas.