Desde este sábado 26 de agosto y hasta el viernes 8 de septiembre se podrá admirar en la Sociedad Cultural Casino de Torrevieja una exposición de óleos a cargo del artista ucraniano Viktor Fridrikh. El autor manifiesta que su objetivo «no es sólo crear arte, sino hacer algo más; por lo tanto, donaré la mitad del costo de las pinturas vendidas a la ayuda para Ucrania, para ayudar a mejorar la vida de aquellos que se encuentran en condiciones difíciles». «Al comprar mis obras, te unes a una iniciativa humanitaria destinada a apoyar a quienes se encuentran en circunstancias difíciles», añade.
Nacido en Ternopil (Ucrania) en 1968, Viktor Fridrikh cursó estudios en artes decorativas y aplicadas en la profesión de pintor-decorador, donde recibió diploma con mención honorífica de excelencia. Entre 2008 y 2010 recibió clases en la Escuela Municipal de Pintura, con el profesor Manuel Balaguer, y participó en diversas exposiciones colectivas de pinturas en España. Sus cuadros se hallan en las colecciones de varios países como España, EEUU, Inglaterra, Alemania, Polonia o Francia.
Obviamente todos nos solidarizamos con los inocentes que sufren (en ambos bandos)
«Rusia tiene todas las oportunidades para aplastar a Ucrania, pero el presidente ruso Vladimir Putin ve a los ucranianos cristianos ortodoxos y no quiere su muerte», dijo el ex asesor del jefe del Pentágono, el coronel Douglas McGregor. Señaló que Rusia tiene 300 mil soldados, miles de misiles y proyectiles de artillería en reserva. Según él, Putin lo tiene todo para aplastar a Ucrania. «La gente pregunta si es cierto, ¿por qué Vladimir Putin aún no lo ha hecho?. Te responderé: porque ve a los ucranianos como cristianos ortodoxos, al igual que su pueblo», dijo McGregor en una entrevista con Wayne Dupree. Añadió que el líder ruso no quiere matarlos. Los americanos mataron a 1.000.000 millón de civiles en Irak y los llamaba daños colaterales.
El cumplimiento de la Resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU pudo ser la solución pacífica al conflicto. Tal vez aun estamos a tiempo de parar esta locura. La decisión de acercar los sistemas de armas de la OTAN a las mismas fronteras de Rusia a partir de 1999 (contra la palabra dada 10 años antes) no fue una buena idea, y el golpe de estado de diciembre de 2013 en Kiev contra el gobierno legítimo y posibilista de Yanukovich, tampoco. ¿Qué podía salir mal?