La vecina localidad de San Miguel de Salinas protagonizó una multitudinaria manifestación para mostrar su rechazo a la planta solar fotovoltaica que la sociedad pública estatal Acuamed prevé construir en el municipio para abastecer de energía a la desaladora de Torrevieja. Más de 3.000 personas, que portaron pancartas alusivas al impacto ambiental y económico de la instalación, recorrieron el centro del pueblo con lemas como «Renovables sí, pero no así» y «El campo no se toca». La movilización, convocada por la Asociación de Vecinos «San Miguel Arcángel», contó con el apoyo de todos los grupos municipales y de la Comunidad de Regantes de Riegos de Levante Margen Derecha. Para la asociación vecinal, «resulta inadmisible que una operación de tamaña envergadura, que dañará la economía, el paisaje, el medio ambiente y la cultura del municipio se haya gestado a espaldas de la población». Además, asegura que «se sacrifica al pequeño agricultor de cercanía y cercano a la desaladora para favorecer a la agroindustria a centenares de kilómetros de distancia». Según el colectivo vecinal, la macroplanta solar de más de 200 hectáreas «abaratará en 4 céntimos el coste energético del m³ de agua desalada que, fundamentalmente gasta la agricultura y que se destinará a la agroindustria; pero supondrá la pérdida de unos beneficios anuales de 4,5 millones de euros para los agricultores de aquí». Con todo, señala que supondrá «una estocada mortal» para una generación de jóvenes agricultores y de aquellos que «han enfocado su proyecto de vida para vivir con el fruto de su trabajo en la tierra». Por su parte, el Ayuntamiento aseguró que luchará «lo que haga falta» para impedir el proyecto.
Dejar una contestacion