La odiosa guerra de los perros

Estoy totalmente seguro de que hay mucho tema por ahí suelto para hincarle el diente, y que sea de una actualidad aburridísima. Por ejemplo, que el equipo de Gobierno tiene la culpa de casi todo lo que no funciona en esta ciudad, desde el servicio de limpieza hasta los altísimos alquileres que paga la Administracion por disponer de oficinas externas, hasta el cierre de chiringuitos, pubs, teatro, y todo loque se tercie. O sea, ya digo, aburrido al máximo. Resulta que eso hay que asumirlo así, me refiero a la servidumbre de la política, y da igual el signo o el color de los políticos. Pero, claro, hay maneras y maneras de gobernar. Maquiavelo decía, creo, que la gobernanza había que ejercitarla sin miedo, entre otras consideraciones de más altos vuelos como la templanza, la sabiduría, la paciencia y un poco de pillería, que no vendría nada mal. Total, que se me ha ido el hilo del asunto del que quería escribir: la guerra odiosa y arbitraria de la disposición de «playas» para perros». Oiga, que no son playas como tal, sino rocas como puños. Y la que se ha montado durante esta quincena con que unos quieren (son mayoría) que sus mascotas tengan sus propios espacios para disfrutar, y otros ciudadanos (tal vez muchos menos) que no están por la labor. Debe ser que estos últimos son muy poco amantes de los fieles amigos del ser humano, y ya digo que puedan gozar de sus propios espacios sin que eso sirva de molestia para nadie. Bueno, así lo entiendo yo. También entiendo que hay seres humanos que son más parecidos a los cerdos que a otros animales, más que nada por las huellas que dejan en la faz de la Tierra, o en cualquier rincón de nuestro municipio. Total, que a mi corto juicio, el equipo de Gobierno ha actuado con sutileza y prudencia escogiendo los tiempos para hacer efectiva una medida animalista de las que afortundamente se llevan mucho en estos tiempos tan difíciles para el municipio, para la provincia, para la Comunidad Territorial, para la propia Comunidad Europea, e incluso para el mundo mundial, que diría algún descerebrado de ésos que andan sueltos por ahí tratando de dar mordiscos plenos de rabia contra todo lo que se mueva que no sea de su buen parecer. O sea, que perro ladrador, poco mordedor. Y que disfruten los perros, por Dios. Y gracias por la lectura, amadísimos lectoras y lectoras.

3 comentarios

  1. «Estoy totalmente seguro de que hay mucho tema por ahí suelto para hincarle el diente, …»

    Sí, la exhumación de los restos de Franco

  2. «Y que disfruten los perros, por Dios. Y gracias por la lectura, amadísimos lectoras y lectoras».

    Bonico, ¿tú sabes que en castellano hay una cosa que se llama masculino genérico?

  3. La ocupación de un espacio natural para el retozar canino, no supone una distorsión a la convivencia Humanos-mascotas, lo que realmente preocupa en Torrevieja es la proliferación en nuestras calles de suciedad por heces y orines con su efluvios dominando el paisaje urbano.

    El pasado 21 de julio, en un de las calles que desembocan en la Plaza de Oriente, una joven que acompañaba su mascota, limpió con el liquido que portaba en una pequeña botella los restos de orines, debería el ayuntamiento exigir a los portadores de mascotas en nuestras calles llevaran un liquido limpiador para las deposiciones «liquidas». ¿no solicitan ideas? ¡hay tienen una!.

    Salú2.

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