Desde la Asociación de Medio Ambiente de Torrevieja (AMAT), el presidente de la misma, José Luis González, hace llegar a todas las fuerzas políticas del arco municipal de Torrevieja, y en especial al alcalde, José Manuel Dolón, que, con la llegada de la Navidad, es la única época en la cual no sólo se nota el cambio en las personas. No hay datos sobre si ese cambio obedece al mucho comer, al festejar, o al compartir los regalos. La Navidad nos brinda la oportunidad de sacar a pasear nuestra humanidad, nuestras emociones, y, sobre todo, a reflexionar. Por tal motivo, desde esta asociación le piden al alcalde que reflexione y prohíba del 15/12 al 7/01/2019 la circulación de vehículos en todo el perímetro de la Plaza de la Constitucion, a excepción del servicio a la iglesia de la Inmaculada en caso de fallecimientos, y al Ayuntamiento servicio Alcaldía.
Desde esta asociación, comentamos que así como se cierra la circulación en fiestas como Carnavales, Semana Santa y otras por las calles Ramón Gallud y Caballero de Rodas para que no circulen por delante de dicha plaza, lo mismo se puede hacer en las fechas indicadas, máxime cuando los niños cuentan con casi tres semanas de vacaciones. Con la instalación del Belén, la plaza aglutina a muchos visitantes, y es cuando más repleta de gente se encuentra. No es normal en ninguna ciudad, y menos en la única plaza de mayor atracción de Torrevieja, sobre todo en esa fecha, haya circulación de vehículos en todo el perímetro de la misma, con el riesgo que conlleva para los viandantes mayores, y sobre todo para los niños.
Desde la Asociación de Medio Ambiente comentan que estamos ante una oportunidad muy interesante para comprobar que dicha Plaza de la Constitución, de cara al futuro, se puede hacer peatonal. El comercio adyacente estaría muy satisfecho por ver incrementadas sus ventas, y seguro que los ciudadanos en general, sobre todo los que vienen acompañados de niños, le estarían muy agradecidos, al comprobar que éstos no corren peligro en todo el perímetro de la plaza, por no haber circulación de vehículos. Y, sobre todo, nos da la oportunidad de que los mayores volveremos a ser niños, al sentirnos acompañados por los pequeñajos, y no tener que estar pendientes de si éstos corren algún peligro.
José Luis González, presidente de AMAT
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