«Vade retro», comedia a secas

Fernando Guardiola

El pasado sábado, el Teatro Municipal acogió la representación de la comedia «¡Vade retro!»,  y, en esta ocasión, no tengo por más que ofrecer, aparte de mi crónica, mi crítica. Para mí, es una «obrita de curas», bien dibujada, bien escrita, con su pizca de humor y poca cosa más. Teatro de autor novel, en este caso Fermín Cabal,  que recuerda algunos sainetes y comedietas realistas del teatro  español, de finales de los cincuenta o principios de los sesenta. Dicho de otra manera,  a mí me divierte muy poco saber que el padre Lucas se cepilla a una maestra del colegio San Eulogio, o si el padre Abilio se lo pasó en grande cuando tuvo que sacrificarse, ¡pobrecito!, y desflorar a la virgen indígena para no terminar en el puchero del Mau-Mau. Todas esas historias de curas, con tropezones que alegren la cosa, más bien rayan lo previsible. Otra cosa es el espectáculo. Pablo Martín, desconocido físicamente de aquel que llegó a Mr. España, en el papel del padre Lucas , y  Juan Bastida, como padre Abilio,  lo montan perfectamente, llenando el inmenso escenario de nuestro Teatro. Pero claro, no se puede decir que una obra ha divertido cuando se vende como comedia ofrecer  una docena de  «tics», o golpes graciosos, que levanten la sonrisa del respetable,  y el resto del tiempo, les tengan centrando toda su atención en los diálogos,  para ver si  «pillan» al vuelo algo que en una comedia se supone: frescura, impronta y continuidad, aunque el público que acudió salió satisfecho de lo visto.