El cambio necesario. Torrevieja y Benidorm

El Ayuntamiento de Benidorm, liderado por mi amigo Toni Pérez como alcalde y concejal de Turismo, acaba de obtener para la ciudad la declaración certificada de «Primer destino TURÍSTICO inteligente del mundo». Eduardo Dolón, en Torrevieja, propuso el 4 de mayo del 2016 una moción al Pleno para implantar esa certificación antes que en Benidorm. La respuesta fue la habitual: el desprecio, el ninguneo y la ceguera del Ruinapartito. El futuro del turismo y el éxito como destino pasa por aplicar la inteligencia derivada de las nuevas tecnologías, en las que Benidorm se adelanta como pionera en Turismo. Por el contrario, en Torrevieja, brotan múltiples comentarios sobre la Cabalgata de Reyes Magos. La cosa ha sido tan evidente que incluso un cura de la ciudad se ha posicionado sobre el tema, para absoluta alegría del Gobierno multipartito, que tiene a la Iglesia como institución a eliminar, siguiendo a pies juntillas el ideario de la izquierda más radical, que identifica a los curas con Franco y la «derechona». Lo siento por los buenos e imprescindibles socialistas cristianos de Torrevieja. Resulta también llamativo que los comunistas de Torrevieja roben a la ciudad más de 34 años de tradición deportiva, al imponer que no se celebre la Media Maratón. Mientras medio pueblo habla de la cuestionable Cabalgata, y el otro medio habla de lo inexplicable que supone cargarse 34 años de una prueba deportiva que no hacía daño a nadie, en Benidorm, un grupo de empresarios locales crea un lobby liderado por el concejal de Turismo y alcalde de la ciudad, al amparo del impulso que ha supuesto la consideración de «Primer destino TURÍSTICO inteligente del mundo», y así captar inversiones multimillonarias. Digo yo, irónicamente, que, por copiar a Benidorm, también en Torrevieja hemos sido los primeros y únicos en el mundo en hacer «algo»: la concejala socialista de Turismo y alcaldesa en la sombra ha dado una rueda de prensa para señalar que los precios orientativos de alquiler de viviendas privadas en Torrevieja sean de 69 euros al mes. A eso le llamo yo hacer un efecto llamada del «turismo de calidad», pero completamente al revés. A Fanny Serrano, en su pueblo, Villajoyosa, jamás le permitirían hacer esa demoledora publicidad negativa. Sí, amigos, es necesario mandarlos a la oposición. Dejan a Torrevieja como un solar. EL CAMBIO ESTÁ EN TU MANO. A VOTAR. En el Dulsísimo Nombre.