Acabamos de llegar del verano argentino (de un largo y estimulante viaje por el teatro del norte de ese país) y, apenas pisar el invierno mediterráneo, noto cómo ha llovido aquí lo suficiente como para que crezcan, como setas (envenenadas), algunas preguntas (que se me han hecho de manera directa), a raíz del anuncio, en el programa trimestral cultural, sobre el costo de la entrada para ver nuestro próximo espectáculo del día 28 de marzo (centro cultural Virgen del Carmen): «Desde que sois «internacionales» y «premiados», ¿ya cobráis entrada para ver vuestro teatro?». «Seguro que con las giras esas que hacéis os estáis forrando». «Qué, ¿cuánto os paga Dolón de lo que cobráis ahora en las entradas?». Y todo porque a alguien del Consistorio se le ha ocurrido que es una buena idea la de cobrar 5 euros por entrar a vernos. En fin…
De todas estas incertidumbres quiero dejar bien claro públicamente lo siguiente:
Primero, no soy partidario de que cobren entrada en nuestros espectáculos y así se lo hecho saber en alguna ocasión al concejal de Cultura.
Segundo, del precio de la entrada no nos llevamos nada. Todo es para la Concejalía o quien administre el asunto.
Tres: nuestro caché fijado con Cultura por actuar (todo trabajo se remunera) ha quedado recortado en un 40% (o sea, que este año cobraremos bastante menos).
Cuatro: nos ha sido suprimida la subvención anual que como asociación cultural veníamos disfrutando hasta el momento.
Cinco: de las giras internacionales no sacamos un puto duro. Es más, tenemos que pagar nuestro pasaje de avión si queremos llegar al destino previsto. En este último viaje a la Argentina, la mitad del elenco se quedó en tierra por falta de dinero. Representamos la obra con menos actores sobre el escenario, recortada y haciendo varios papeles cada uno.
Seis: (puestos ya a aclarar cosas) pasamos un frío del carajo en el lugar en que habitualmente ensayamos. Tampoco cobramos por cada ensayo; es más: tenemos un gasto añadido por desplazamiento al mismo. Los componentes del grupo Colesterol no sólo viven en Torrevieja: Alicante, Cartagena, Elche y La Marina son lugares de donde nos desplazamos algunos de nosotros.
Resumiendo: que, a pesar de mantener una relación cordial y fluida con Eduardo Dolón, concejal de Cultura y su departamento, sí he de manifestar la queja, en lo que nos atañe, por los «recortes» que estamos sufriendo. La maldita crisis es el gran saco donde se echan todas las disculpas. Pero no hay disculpa para dejar de hacer algunas cosas correctas, proporcionadas, justas.
Colesterol Teatro lleva 10 años de existencia. Algunas asociaciones llevan 50. La quinta parte de su existencia: la nuestra. La tradición torrevejense: la música. El teatro puede que en algún momento lo fuera. Actualmente, el grupo estable que representa con mayor solidez el movimiento teatral en este pueblo, tanto nacional como internacionalmente y con repetidos premios, es Colesterol Teatro, ¿o no? ¿Cuál es el apoyo institucional actual? ¿Cuál es la promoción que hacen del mismo?: Cero. Cero, pelotero.
Eduardo Dolón, eso sí, nos felicita y nos apoya moralmente con sus palabras. Es posible que no pueda hacer más porque se le escape de su ámbito (le creo). Pero nos duele que haya desaparecido, para algunos y absolutamente, la subvención anual (otras asociaciones culturales también han experimentado la criba). Y digo criba, porque a unas pocas sí se les ha mantenido. Pregunta: si Colesterol es cinco veces más joven, en tiempo de existencia (10 años, frente a los 50 que tienen algunas asociaciones), ¿por qué no se nos adjudica proporcionalmente también la quinta parte? (ejemplo: si alguna cobrara 18.000, pues que 3.500 serían bienvenidos siempre). O al revés, ¿no sería socialmente más justo ayudar a quien empieza, que al que está consolidado (en años) puesto que, se supone, este último debería tener mayor estabilidad económica para absorber mejor las crisis? O simplemente, ¿por qué no invertir la pirámide y ayudar al que empieza, en primer lugar, sin olvidar, por supuesto, al que ya camina desde hace tiempo? La respuesta es porque no: el «mákina» que maneja el aparato de los repartos no opina así, y como es quien tiene el poder y la gloria, pues que alabado sea el señor (¡no te jode!).
El rollo de los recortes está al día en todos los lados; pero, ¿siempre nos recortan a los mismos? ¿Que hay otros que no se quejan…? No será por falta de ganas. Creo que existen otras partidas (Premio de Novela, ¿a dónde vas?) de las que se podrían dar esos «bocados» que nos dedican a los más frágiles, y, en nuestro caso, a los más «aplicaos» (¡vamos a decirlo de una puta vez!) de la clase, joder. Pero ni somos del partido del poder torrevejense ni caemos bien a quien reparte, reparte… los dineros del erario público que, una vez más, recuerdo que somos nosotros los que aportamos lo que otros mal reparten.
Me quemo cuando hablo de esto: Si nosotros, Colesterol, somos la punta del iceberg-teatro que actualmente existe en este lugar, ¿por qué no se nos muestra más ayuda, empuje y promoción? Figuramos como aficionados, pero trabajamos en ello como verdaderos profesionales, ensayando como leones (eso sí, acojonados por el frío del Museo de la SSanta, que es el lugar) creando más de 2 producciones nuevas todas las temporadas y viajando a otros países con el nombre de este pueblo por montera, donde regularmente se nos obvia. A cambio, nos bajan el caché y nos borran de las listas de la subvención anual. ¿Cuánto se paga a otros grupos de fuera y cuánto no se ahorran con nosotros?
Cuando llegan los carteles trimestrales (esos grandotes) de las actuaciones culturales, sólo ponen caras y espectáculos conocidos: que cuestan un güevo, además; ni gratis, ni a 5 euros los ponen, no. A nosotros, que les salimos por dos reales, que mantenemos, en cierta manera, el status teatral local (si es que existe), ni una ligera alusión de ningún tipo. Los anuncios en los medios de comunicación los provocamos nosotros, los programas de mano, cartelería, vestuario y escenografía salen del mismo sobre: es decir, del que siempre esta vacío. O sea, que lo ponemos de nuestros bolsillos. Ya hemos demostrado que tenemos continuidad, originalidad, calidad y premios. ¿Qué política (con nosotros) es la que se está teniendo: la del avestruz, o sea, no están, no contestan? Toma que si contestamos. Precisamente es lo que más nos gusta hacer: tocar la puerta del Recaudador, por si la abre, para avisarle de que a él también le va a tocar pirarse de este mundo, como nosotros estamos ahora: tiesos (y no es solo por el frío) y prácticamente en bolas (ya nos veréis). ¡Manda webs!
Eduardo, seguimos confiando en ti. Al «repartidor», que le den.
Manuel Bueno
Director de Colesterol Teatro
Si le importarais al Dolon no se gastaria millones en chorradas y apoyaria a la escena local, nosotros ya nos dimos por vencidos, le entra por un oido y le sale por otro.
Fdo. Otro de otra asociación.