Nuevas elecciones para el día 10 de noviembre

Después de tantas reuniones y encuentros entre los líderes políticos, especialmente entre PSOE y Unidos Podemos, no se ha podido llegar a un acuerdo para que nos sea presentado el sr. Sánchez como candidato a la Presidencia del Gobierno.
Por parte de Unidos Podemos, creo que tienen razón en que, si se hace un Gobierno de coalición, se le entreguen algunas responsabilidades, pues, de otra forma, sería hacerles un regalo al PSOE, sin recibir nada a cambio. Es evidente que el sr. Sánchez, aunque habla mucho de un gobierno progresista, no se fía para nada de Unidos Podemos, y no quiere darle participación en responsabilidades de Gobierno. Solamente les ha ofrecido algunos cargos administrativos sin significancia política, por lo que no han podido llegar a un acuerdo positivo durante todo este tiempo.
Ha sido comentado en varios medios y asimismo lo ha referido el sr. Casado, en algunas ocasiones, que le ha ofrecido un pacto de gobierno al sr. Sánchez, respetando solamente algunos puntos contradictorios, como la bajada de impuestos a las clases medias y trabajadoras, la disolución del Gobierno navarro para realizar uno constitucionalista y el acuerdo con lo que se va a realizar en Cataluña, pero el sr. Sánchez, se ha negado en redondo a pactar con el PP, ofertas que, a última hora le hizo también Ciudadanos, y tampoco fueron aceptadas, o sea, que el sr. Sánchez quiere toda la parte del queso pero sin compartir con nadie, hecho que sería muy lamentable para nuestro país dado que es muy difícil gobernar en minoría.
El sr. Sánchez, culpabiliza de su fracaso a los demás partidos políticos, cuando la realidad nos indica que ha sido todo lo contrario, el único culpable de que vayamos a nuevas elecciones no es otro que él mismo.
El sr. Sánchez lo único que hasta ahora viene realizando son viajes sin ningún sentido político ni económico, como la asistencia, por invitación personal del sr. Macron, Presidente del Gobierno Francés, a la cena del G7, lo que no sirvió absolutamente de nada, pues pudo hablar con la Sra. Merkel, y compartir su experiencia de un Gobierno en coalición. Tampoco habló con el sr. Johnson, lo que podía haber aprovechado para enterarse de por qué ha bajado tanto el turismo inglés y alemán, así como qué va a ser de los setenta mil españoles que hay trabajando en Inglaterra una vez realizado el Brexit.
Desde hace dos años aproximadamente, nuestra economía viene regida por los Presupuestos del Estado creados por el Sr. Montoro, del PP, y gracias a los mismos se dice que España anda sola, pero eso no es correcto, la economía de un país se ve obligada a realizar cambios debido a las oscilaciones de las variables que influyen en la misma, por ejemplo el paro, que está variando negativamente, los ingresos a la Seguridad Social, que también están bajando, la subida del petróleo con los recientes ataques a las refinerías de oriente, lo cual afecta a todos los productos de primera necesidad debido al incremento de los transportes, la reforma laboral que se dijo se iba a realizar y no se ha hecho, lo que ahora resulta más difícil llevar a cabo con la desaceleración económica, que puede acabar en una recesión si no se ajustan las variables adecuadas.
La noticia más negativa que ha surgido últimamente es que Cantabria, con más de treinta y dos mil personas en el paro no tiene camareros. El sector de la hostelería está clamando al cielo, pues tiene que recurrir a la inmigración, concretamente peruana, para conseguir personal para la hostelería. Los parados dicen que es una profesión en la que se trabaja mucho y se gana muy poco, y ésa es la razón que exponen para poder seguir en el paro. Si esto es así, habrá que dar soluciones, tanto en la formación de profesionales, como en la regularización de dicho empleo y sus convenios colectivos, lo que no es de recibo es que habiendo personas en el paro no existan camareros.
Las anteriores elecciones generales nos costaron a los españoles ciento ochenta y cinco millones de euros y se prevé que las del diez de noviembre nos cuesten ciento noventa millones de euros, en subvenciones para las campañas electorales de los partidos políticos. O sea, que démonos cuenta de lo que nos cuesta el hecho de que dos partidos no se pongan de acuerdo, por caprichos de unos y otros que no han realizado ni un mínimo esfuerzo para ponerse de acuerdo.
¿Por qué Alemania, Dinamarca, Portugal, están funcionando perfectamente con gobiernos de coalición y en nuestro país no existe esa posibilidad? Pues porque el sr. Sánchez no ha querido.

Carlos García

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