El pasado martes 8 de julio se hizo efectiva una orden de desahucio que resultó en el cierre del Hotel Fontana, establecimiento emblemático que se había convertido en punto de referencia después de 25 años de funcionamiento en el centro de la ciudad. Pero, sin duda, la mayor tragedia tras este cierre es la de la treintena de trabajadores que han quedado en el paro, después de tres meses sin cobrar, y de muchas penurias para percibir sus sueldos en los meses anteriores, en los que, ante los «retrasos sistemáticos» en el pago, ya era costumbre tener que acudir a Magistratura de Trabajo para poder cobrar parte de la nómina.
«Nos quitan las casas»
El fin de semana del 7 y el 8 de junio, los trabajadores llevaron a cabo una huelga general, con una protesta a las puertas del hotel, reclamando a la empresa que pagara los sueldos de abril y mayo. En las pancartas, donde se podía leer «Queremos cobrar abril y mayo. ¡¡Nos quitan las casas!!», se hacía patente el drama de los trabajadores, muchos de los cuales se enfrentaban a la pérdida de sus viviendas por no poder hacer frente al pago de la hipoteca. El personal puso de manifiesto el contraste de esta situación con la «pasividad» de los directivos, a los que acusaron de haber estado desviando fondos a otras empresas y haber acumulado importantes deudas no sólo con este colectivo, sino también con proveedores y con la Administración pública. Pese al abandono por parte de la directiva, que llevaba varias semanas sin presentarse en el hotel, los trabajadores continuaron en sus puestos de trabajo sin cobrar hasta iniciar una nueva huelga general el pasado 19 de junio. Con todo, un Comité de Huelga permaneció en el establecimiento hasta el último día, ya que, según manifestaron, «si nos vamos, lo perdemos todo».
El hotelero, un sector que no acaba de arrancar
El cierre del Hotel Fontana viene también a mermar la oferta hotelera de Torrevieja, ya de por sí poco abundante para tratarse de un municipio eminentemente turístico y costero. Según los empresarios del sector, y pese a haber comenzado la temporada alta vacacional, la ocupación dista mucho de ser la ideal, y algunos establecimientos están atravesando dificultades financieras. Frente al éxito del turismo de segunda residencia o el alquiler de apartamentos turísticos, el sector hotelero en Torrevieja nunca ha terminado de arrancar, pese a los continuos rumores a lo largo de los años sobre la presunta implantación de grandes superficies hoteleras en lugares como el llamado «campico de San Mamés», en la playa del Acequión, o la anunciada construcción de un hotel de cuatro estrellas en la zona de la estación de autobuses, que no termina de tomar forma aunque su apertura está prevista inicialmente para 2009. Por este motivo, desde algunos sectores se aboga por retomar el debate en el Ayuntamiento sobre la idoneidad de potenciar el turismo de hoteles en Torrevieja, con el fin de atraer a otro tipo de visitantes y dar un giro a la imagen turística de la ciudad.
Apoyo político, pero sin soluciones por el momento
Todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento han expresado su solidaridad con los trabajadores del Hotel Fontana, aunque sus reacciones y valoraciones han sido muy diferentes. Mientras IU y la ejecutiva del PSOE han reclamado al Ayuntamiento el pago de una presunta deuda municipal hacia el hotel, con el fin de que el establecimiento pudiera hacer frente al pago de los sueldos de los trabajadores, el Grupo Municipal Socialista ha propuesto que el consistorio asuma la reconversión del inmueble a Hotel de Asociaciones, iniciativa que ha sido rechazada por el delegado municipal de Juventud, José M. Pizana, por referirse este concepto a una sede para las agrupaciones juveniles. Entretanto, el PP atribuye a la crisis a nivel nacional el cierre del hotel, mientras que Los Verdes apuntan a razones mercantilistas: «A veces, los planes de muchas empresas pasan por cerrar una explotación», apostilló José Manuel Dolón, portavoz del partido. Asimismo, el Grupo Socialista también ha propuesto la reunión de la Junta de Portavoces de los grupos políticos en el Ayuntamiento, para encontrar una solución al problema de los trabajadores. «Eso es lo que la gente espera de sus políticos», aseguró el portavoz socialista, Ángel Giménez. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha dado ningún paso en este sentido, y las soluciones siguen sin llegar, cuando, lamentablemente, ya es demasiado tarde.
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