La irresponsabilidad del Gobierno afecta hasta los más peludos

Es un día de verano, te despiertas con ganas de salir con tu perro y disfrutar de la playa adaptada para ellos, sin saber que al final de la jornada llegarías a casa con tu perro herido.
Esta situación es la que viven en Torrevieja actualmente debido a la mala situación de la localización. Las playas caninas siempre han sido un tema de debate en la población torrevejense, y es que, el anterior equipo de gobierno concretó dos localizaciones para disfrutar con las mascotas: Punta Margallo y la Cala del Moro. Pero el actual gobierno, al mando de Eduardo Dolón, ha reubicado esta zona sin ser notificado. Ahora se encuentra a las afueras del pueblo, en la Cala del Rocío, cerca de Rocío del Mar, una zona que supuestamente es más grande y tiene mejores servicios. Pero, ¿cuánto de verdad hay en esto?
La seguridad es lo más importante para los perros, y esto es algo que no se puede afianzar en la nueva localización: escombros, rocas afiladas y resbaladizas, agujeros dentro del mar que pueden provocar caídas, heridas o lesiones… Estos son algunos de los ejemplos de las inseguridades con las que cuenta esta playa, que hace que se convierta en una zona no segura ni para los canes ni para los propietarios.
Otro punto negativo de esta nueva localización es que se puede producir una alteración de la fauna marina, ya que por el suelo se encuentran erizos de mar y los animales pueden alterar su estado.
El Gobierno hace muestra de las irresponsabilidades que pueden causar daño tanto a las mascotas como a las personas, buscando su propio favor. Ellos argumentan que esta zona es más grande, ya que cuenta con 1.600 metros cuadrados y estará mejor señalizada. Pero la verdad no es esta, y es que, no es segura.
Lo que queremos y buscamos es que se vuelva a cambiar la localización de estas zonas y poder encontrar un verdadero sitio que no afecte ni haga daño a nadie. Un sitio donde poder pasar el día alegremente con tus mascotas, sin tener que acabar en el veterinario porque los más peluditos han acabado con heridas.

Nelyda Ruiz y Alba Chazarra