Rodolfo Carmona
Concejal del PSOE de Torrevieja
Mucho se está hablando estos días sobre la ampliación del puerto, sobre la necesidad de dar forma a un proyecto que la ciudad pedía a gritos para integrar definitivamente el puerto en la ciudad. Y al margen de otras consideraciones decir que no me parece mal, de entrada. Ya ha empezado la loca carrera por apuntarse el tanto, ya sabemos que la política tiene más ego que vergüenza. Ya veremos cómo acaba todo esto y el «yoísmo» de guardería de los políticos que sólo posan para la foto toreando de salón.
Pero mientras el proyecto llega, no aparecen por estos lares, ni el ego ni la vergüenza política para asumir que los problemas siguen estando ahí y hay que acometerlos.
Me hacen llegar estas fotografías con la petición de que trate de hacer lo posible para que se actúe y solucione desde el gobierno local. A pesar de lo que pueda parecer, estas imágenes no son de ningún paisaje amazónico, ni un trozo de selva donde entrever al jaguar o al escurridizo tucán. Se trata de algo mucho más prosaico y cercano: son imágenes de la parte de atrás de las casetas de los hippies. En el espacio que hay entre estas y la valla que delimita el recinto de la Feria.
Está claro que ese espacio concreto necesita una poda y una limpieza digna de ese PLAN DE CHOQUE tan nombrado y que parece no constar en papel oficial alguno. Son las cosas de la propaganda, que poco le importa la verdad.
Lo que sí está más claro es que ese espacio es un criadero para la proliferación de suciedad y roedores.
Agradezco la confianza y, como siempre digo, juntos podemos lograrlo. Esperemos que se tomen las medidas adecuadas. La pelota ya está en el tejado del gobierno local. Desde aquí pido que no se vuelva a mirar para otro lado y se asuma la responsabilidad. Se trata de Torrevieja.
Qué fotos ni qué fotos… No se ve nada anómalo: verdor eco y punto.
«Son las cosas de la propaganda, que poco le importa la verdad». Si no lleva cordones pueden ser mocasines; en caso contrario el CIS de Tezanos (por cierto, querellado)
«Ya ha empezado la loca carrera por apuntarse el tanto, ya sabemos que la política tiene más ego que vergüenza. Ya veremos cómo acaba todo esto y el «yoísmo» de guardería de los políticos que sólo posan para la foto toreando de salón»
Don Carmona, me dicen mis espías paraguayos que su amado líder, Pedro Sánchez, ha visitado hoy un Hogar de Mayores en la localidad cacereña de Navalmoral de la Mata para explicar que las pensiones están salvadas (desconocemos cómo -supongo que a cargo de la deuda insostenible del Reino que nos abocará pronto al default-) y que el tren está a punto de llegar a Extremadura.
Arropado por personas simples que hacían palmas cuando era preciso, ha dado un espiche que se ha visto deslucido por los abucheos y gritos de «¡fuera, fuera!» y «fascista» de un grupo de personas, que aunque estaban lejos (la seguridad del líder es lo principal), no lo estaban tanto como él quisiera.
La protesta ciudadana ha sido constante desde el inicio de la intervención, una nueva declaración institucional sin preguntas de apenas siete minutos en la que ha agradecido la presencia de los medios de comunicación, no obstante no haberles permitido formular pregunta alguna.
Felicito a la Casa del Pueblo de la localidad, ya que, cuando apenas un minuto después de iniciar su comparecencia el líder ese grupo subversivo de personas ha comenzado a proferir gritos contra el presidente, los militantes socialistas han coordinado sus aplausos a Sánchez para evitar que pudieran escucharse los gritos, a plena satisfacción, aunque no con tanto éxito como hubiera sido menester.
Una pregunta, permítame: ¿usted aplaude o manda aplaudir?
Hablando de toreo de salón, hoy Sánchez ha toreado:
A la salida de Agfanistán con el rabo entre las patas y de mala manera, con atentado criminal incluído, le ha llamado «orgullo de país» por haber completado con éxito la misión…
Ha dicho que «España lo ha hecho bien» (¿qué hubiera sido si lo llegamos a hacer mal?).
Y después de irnos como gallinas, ha espetado que «España no va a dejar sólo al pueblo afgano». (¿Cómo?)
O sea que hemos dado por terminada la misión de guerra vía huida y la de evacuación, pero «Seguimos comprometidos con la defensa de los derechos humanos y la libertad en ese país».
Para finalizar, ha prometido que seguirá «buscando vías para las tareas de evacuación», que «hemos cumplido una primera misión pero no es la última. Quedan muchas más porque hay mucha tarea por hacer en los próximos meses y años» (sic).
La conclusión de esta lamentable rueda de prensa para mí es que tengo serias dudas sobre la salud mental de este hombre, con respeto.