Cuento de Navidad para «dummies»

Rodolfo Carmona
Concejal Grupo Municipal Socialista

Estas palabras no gustarán al Gobierno local y probablemente tampoco a la oposición, pero no está uno para césares, emperadores ni caciques, ni para no decir lo que uno piensa, siente e intuye.
La política debería consistir en decir en público lo mismo que se dice en privado, en aportar soluciones y sentido común, en romper las incercias de confrontación y asumir que el adversario político es eso y no un enemigo al que aniquilar cada vez que respira. Y esto no debe confundirse con no fiscalizar o no destacar los errores que se comenten por parte del Gobierno municipal o no defender la labor que uno desarrolla frente a las críticas de la oposición.
El pleno ordinario del mes de noviembre se convirtió en una sucesión de soliloquios cargados de razones propias, más que un debate político en que cada uno de los concejales participantes defendiera sus posiciones. Se tornó en una perfomace de la altanería, de la contestación chulesca y macarra, revestida de cita oriental, de fábula sánscrita con pretendido mensaje aleccionador, como manifestación del hartazgo a las preguntas o argumentos del oponente político, al que sólo cabe, en la errada lógica política en la que anda atorado el equipo de Gobierno de Eduardo Dolón, la descalificación y el intento de zasca ridiculizador, sea lo que sea lo que se diga.
Y esto es algo muy negativo, muy empobrecedor, de lo que no dejamos de ver sus efectos en los comentarios que se producen en las redes sociales durante la emisión del pleno. Donde incluso asesores del Gobierno municipal se suben al carro de la descalificación. Y se ha trasladado a otros espacios dentro de las redes, donde la convivencia entre diferentes, entre distintas visiones sobre la realidad, sería razonable que coexistieran de manera civilizada.
En mi intervención en el pleno, quise destacar la necesidad de ser honesto con el contrario, en ser capaz de reconocer un dato positivo, en no tratar de ocultar o distorsionar una realidad porque no vaya en concordancia con el puntual interés partidista que uno defienda. Pero la respuesta que recibí por parte del concejal Domingo Paredes fue más fruto de su inmadurez política que de una reflexión o argumentación relativa a mis palabras. Porque no puede interpretarse de otra manera su «El cuento de Navidad del sr. Carmona», cuando se tiende la mano y se pone en valor un dato positivo en cuanto a la morosidad del Ayuntamiento.
La Navidad se acerca y le faltan a la política municipal las luces que iluminan la ciudad y le sobran apresuramiento y mala leche. Deberíamos escuchar el sentir de la calle, que está harta de confrontaciones. Quien no sepa verlo o le interese instalar la crispación, le está haciendo un flaco favor a Torrevieja.
Feliz Navidad a todos.

1 comentario

  1. «Deberíamos escuchar el sentir de la calle, que está harta de confrontaciones».

    ¿Y qué es la ley de memoria histórica, sino una confrontación entre los nietos cuando los abuelos ya se habían reconciliado, y todo para sacar rédito político y cuartos a para las asociaciones políticamente afines?

    A usted le rima la letra, pero le descuadra la música.

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