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Con el concierto de Sebastián Yatra dio comienzo el pasado domingo la segunda edición del festival «Brilla Torrevieja» en el principal stage ubicado en el Parque Antonio Soria. Yatra dejó muy buen sabor de boca a sus fans con sus recientes temas «Melancólicos anónimos», «Modo avión» y el gran éxito «Tacones rojos» con unas sencillas pero vistosas coreografías junto a sus cuatro bailarines. No faltaron las baladas «Cómo mirarte» y «Devuélveme el corazón», ni la aflamencada «Dharma» que fusionó con el «No estamos locos» de Ketama. Los temas «Robarte un beso» y «Pareja ideal» cerraron un concierto multitudinario que reunió a más de 7.000 personas.
Me encantaría ir a las fiestas y eventos. Tomarme una paella vegetariana el día de las paellas, ir a los conciertos como éste de Yastra que me acabo de perder, atender a los carnavales y un sinfín de eventos interesantes que organiza el gobierno municipal. Tenemos las mejores fiestas de la Vega Baja, que evidentemente nutren de votos las urnas, votos de aquellos ciudadanos que priorizan la risa, la caña y el festejo a las necesidades urgentes de las personas más vulnerables, la ciudad fuera del centro urbano, su accesibilidad, sus animales y el medioambiente.
Como digo, me encantaría atender. Pero no puedo ir pues me considero una persona íntegra y sería una hipocresía atender al fiestorro cuando critico sobremanera el gasto excesivo y obsceno en estas actividades que le da rédito político al gobierno municipal. Iré y lo disfrutaré cuando esas necesidades esenciales hayan sido atendidas primero, cuando los silleros podamos ir por las aceras en vez de tener que usar las carreteras peligrando nuestra ya dañada integridad física, cuando los casos pendientes de bienestar y la dependencia estén solucionados, cuando el albergue se haya convertido en un lugar digno para atender a los animales abandonados y cuando los transeúntes marginados tengan una alternativa habitacional en vez de ser multados. Entonces, les aseguro que me verán allí bailando como el que más.
Nachito, ¿tú otra vez? ¡Qué angustia!