Como ustedes deben ya comprender, en estas breves líneas no estamos por la labor de «engatusar» al personal ni regalarle la oreja al PP; para eso ya tiene otros muchos medios, pagados por tod@s y de los que extraen «petróleo electoral». No es nuestro cometido, teniendo en cuenta que lo único que hemos recibido de la gente del PP son unos cuantos huevos rotos en la luna del escaparate de la redacción, sazonados con alguna amenaza y otras tantas lindezas, tipo chanzas del gracioso que no tiene gracia. Pero es qué… además, ni cobrando como una puta mal «pagá» cambiaríamos la línea editorial. El Periódico de Torrevieja es el medio más seguido y que tantos y tantos leen, por lo menos cada vez son más los que me lo dicen: «¡oye que te leo…! ¡dales caña!». Pero, si les cuento que la vocación de uno no es la de protagonista no me van a creer y si les digo que lo que verdaderamente busco es una Torrevieja que dé un salto cualitativo «pos» aún menos, así que les aconsejo que no se pierdan los comentarios de los que la gente escribe en relación a las noticias publicadas en la versión digital de este medio, que usted puede encontrar en www.torreguia.es, y practicar el ejercicio de su libre expresión (todavía queda algo). Yo ya estoy cansado de ver y escuchar lo altos, lo guapos y lo bien que hacen todo, absolutamente todo, en la filas de adláteres del Gobierno de la ciudad, porque su técnica y táctica que más les funciona es la de que «una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad». Y claro, yo eso no me lo creo ni borracho de agua (que ahora no me puedo poner de otra cosa… ¡qué pena, «jamía»!). Esta noche he soñado que Torrevieja estaba llena de piedras, y ahora estoy pensando: ¡a ver si van a ser piedras en el riñón!, mira que si se pone moda el turismo de ambulatorio, «maé mía», no quiero parte. Aquí, todo dios que llega, aunque sea para dos días, lo primero que hace es ir al médico a por recetas, debe de ser por eso que el plato publicitario estrella de Fitur ha sido la presentación en sociedad y a los cuatro vientos de los hospitales de gestión privada y de establecimiento público de la ciudad. Para eso no hace falta ningún organismo ni un coste a las arcas de… ¿Cuánto?… ¡joer!, queremos saberlo y tenemos derecho. Yo diría que el presentado en sociedad ha sido Eduardo Dolón.
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