Como agua de mayo estaba esperando que, por fin, se celebrasen las elecciones en USA, más que nada por la «tabarra» diaria a que los medios de comunicación nos sometían. Que si Obama sacaba ventaja, que si la Palin era un marine travestido y mala «follá»…
Bueno, al final, y después de una larga noche, que ni «el parto de los montes», salió tras los recuentos de los estados del Este, el nombre más esperado, desde la proclamación de Kennedy: ¡¡¡Obama!!!, «Barak Obama Hussein» (joer con el apellido).
Todo fue oír su nombre, y dirigentes, oposiciones y pueblo llano de medio mundo, se pusieron en trance «obámico». Sólo entornando los ojos nos podíamos imaginar a Obama, envuelto en una bandera de Estados Unidos, otra de la ONU, y con un bastón donde ondeara la banderita de la Cruz Roja, aclamado a lomos de un burro, por los mandamases que en el mundo son, léase, Sarkozy, la Merkel, Brown, Berlusconi, Lula (con lo grande que es el tío y tiene nombre de gnomo), Cristina Kirchner… y hasta Zapatero y Rajoy cogidos del «bracillete», con ramas de olivo, palmas, o hasta hojas de lechuga o cardo borriquero, emulando Jesucristo Superstar (vista hace unos días en nuestro pueblo): «¡¡Obama, ess, bama, bama, bama es, bama es, bama es,!!», en la entrada a Jesusalén… en su caso, a las escalinatas del Capitolio, el día 20 de enero (San Sebastián, mártir)…
Este «Mesías» esperan que lo vaya a resolver todo: el paro, las hipotecas basura, la crisis de la construcción, la burbuja inmobiliaria…
¡Ay, Señor, Señor, si Machín levantara la cabeza…! ¿No quería que el pintor pintara angelitos negros? Pues en estos tiempos que corren, ya no existen los pintores de cámara, pero sí los fotógrafos de prensa y éstos nos están pintado «esperanzas blancas», con rostro negro.
Pero, ¿es que en la «borrachera mundial de la esperanza» nadie ha caído en la cuenta más importante? Obama no es italiano, ni francés, ni chino… ni español. Más de uno terminará con las manos amputadas, más que nada por aquello de «agarrarse a un clavo ardiendo».
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