Amapola Prado Jara
Presidenta de Asila
Hoy es un día importante, dada la cercana aprobación de la Ley de Integración de los Inmigrantes en la Comunidad Valenciana, y ello me motiva a romper una lanza a favor de la sociedad y el gobierno valenciano en su conjunto. Desde la Asociación que represento, Asociación Inmigración Asila, que cuenta con 2.089 socios de todas las nacionalidades, quiero mostrar mi agradecimiento y el de todos los socios de Asila a nuestra ciudad de acogida.
Resido en tierras alicantinas, la provincia española con más personas venidas de fuera, y verdaderamente el camino a la integración no nos está resultando difícil. Desde la Generalitat Valenciana se nos ha atendido desde el primer momento, considerándonos uno más, sin excepción. Y desde que hace ahora más de un año se creara la Conselleria de Inmigración y Ciudadanía, las relaciones se han estrechado e intensificado aún más.
Ahora, con la nueva Ley, seremos los primeros extranjeros en este país que tengamos un respaldo legal respecto a nuestra situación. Una medida concreta, necesaria, ordenada y completa. Y en la que nuestra opinión ha contado, se nos ha considerado interlocutores de la realidad migratoria de esta autonomía y nuestras matizaciones han sido tenidas en cuenta.
Por tanto, estamos convencidos de que esta nueva Ley va a dar aún más seguridad a todos los extranjeros que residimos hoy por hoy en la Comunidad Valenciana. Y a los que lleguen. Son muchas las actuaciones que contempla y sería imposible comentar los beneficios que vemos en ellas una por una. Sin embargo, sí puedo citar la importancia de que por fin exista un mecanismo legal que nos avale.
El objetivo último de esta ley, y así lo explica en su introducción, es conseguir la plena integración. Esta meta implica tanto el reconocimiento de una serie de derechos, así como el cumplimiento de unos deberes, precisamente lo que deseamos las personas que venimos de fuera: igualdad real y efectiva.
Querría destacar especialmente la notable atención que este marco legislativo presta a los colectivos de inmigrantes más desfavorecidos. Así, se especifican actuaciones dirigidas de forma concreta a menores, jóvenes y mujeres. Para estas últimas, se fomentarán de acciones de formación como vía de desarrollo personal, promoviendo a la vez la autoestima.
Los más jóvenes tendrán el apoyo del Gobierno valenciano para la realización de actividades de ocio junto con jóvenes autóctonos, una gran forma de fortalecer las relaciones y la participación conjunta.
En nombre de los miembros de Asila y el mío propio, doy las gracias al Presidente Francisco Camps y al Conseller de Inmigración y Ciudadanía, Rafael Blasco. Esta ley y todas las medidas que la conforman nos acercan aún más al fin que perseguimos desde que decidimos cambiar nuestro país por esta maravillosa tierra: con otro acento u otro color de piel, ser unos valencianos más.
Dejar una contestacion