Joaquín Garrido Mena
Militante del PSOE
No pensaba escribir nada, ni a favor ni en contra de mi partido en Torrevieja.
Lo cierto es que, hace dos lustros o más, este partido estaba sin rumbo, como consecuencia del pase al PP de María del Carmen Montesinos, hasta entonces candidata del PSOE a la Alcaldía de Torrevieja.
Así pasa con la política, que una tránsfuga rompe los designios de un partido, como ocurrió recientemente en Madrid con el famoso «Tamayazo», con el que cambió la dirección de la política en 180º, pudiendo gobernar Doña Esperanza.
Algo así está ocurriendo en Torrevieja. Llevamos pasados varios procesos electorales dentro del PSOE, dada la democracia interna del mismo. En primer lugar, se hicieron unas elecciones primarias, tal como establecen los estatutos, y salió reforzado el secretario general existente entonces, Ángel Giménez.
Esta situación nos obligaba a todos los grupos y militantes a empezar a trabajar y luchar por un objetivo común. Pero no, esto no fue así, la cosa se fue enconando aún más, y al llegar las elecciones locales el partido socialista no sólo no cubrió las perspectivas de sacar un concejal más, sino que perdió uno, es decir, nos quedamos con 7. Los otros dos grupos de la oposición habían hecho sus tareas, sacando dos concejales cada grupo.
Por aquel entonces, el secretario general, Ángel Giménez, dimitió honrosamente de su cargo. No obstante, como era cargo electo en el Ayuntamiento, continuó de concejal, él y su grupo.
La agrupación tuvo que pasar varios meses en un «limbo», llevada por una gestora. Llegada la hora de la verdad, se celebraron nuevas elecciones y salió el hoy secretario general, Ángel Sáez, que merece todo el respeto y parabienes no solamente míos, sino de toda la Agrupación Socialista de Torrevieja por ser él el que democráticamente ha salido ganador. Si somos socialistas, presumamos de serlo. Si tenemos que dimitir porque la nueva ejecutiva nos lo solicita, dimitamos con dignidad pero no estemos ocupando puestos por el mero hecho de ocuparlos o por llevarnos las dádivas que corresponden a esos puestos. Debe de ser difícil cuando uno está encumbrado volver a la realidad, pero creedme, compañeros, la dignidad está por encima de los parabienes temporales que podamos recibir. Comprometámonos a seguir la senda del siguiente secretario general sin fisuras, actuando como un solo equipo. Si no lo hiciéreis, y por simple sentido común, no militéis en este partido, porque hacéis mucho daño y esas actuaciones no son propias de personas socialistas.
Simplemente decirle al sr. Seva que me alegro mucho de que se presente, pero que yo pertenezco al grupo oficial del partido y que no creo que nadie me haya captado por ser mal militante o por «arrimarme al sol que más calienta», porque si de algo puedo presumir es de que nunca estuve bajo las directrices políticas de un «jefe», he sido, soy y seré militante socialista y siempre seguiré la estela del que sea elegido democráticamente. Por eso, en pocos días se celebrarán elecciones y, si sales tú, no te quepa la menor duda de que te seguiré a ti, y toda la Agrupación Socialista deberá hacer lo mismo, pero no dudes que, si haces cosas mal, te lo demandaré como si fueras de la oposición, al igual que he hecho hasta ahora.
Finalmente decirte que debe de ser muy difícil hacer oposición desde una ejecutiva de un partido cuando a ésta les negáis los datos que vosotros tenéis como grupo municipal. Añoro aquel grupo municipal, cuando Ángel Giménez y Manolo Vera pasaban por los tribunales al igual que yo, por hacer una oposición dura al PP, pero ahora, permitidme que os lo diga, los que verdaderamente hacen oposición municipal, por mucho que nos duela, son José Manuel Dolón y José Manuel Martínez Andreu.
Compañeros, unámonos por un objetivo común, si es que de verdad somos socialistas.
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