Soy Rafaela Maroto Díaz, esposa de un paciente afectado de cáncer de colon con metástasis en el hígado, su nombre: José Suárez Álvarez. Durante 2 años, por superar su enfermedad, él luchaba y quería; los médicos hicieron lo posible y hasta lo imposible, pero… ¡no pudo ser! El primer año, 2009, se pudo lograr, pero al siguiente, 2010, se fue complicando. Los médicos y él lucharon, pero resultaron afectados otros órganos y también sufrió rotura de cadera, y, como no se podía operar, debido al cuadro que tenía su enfermedad, esto fue lo que aceleró su final y, desgraciadamente, falleció el 1 de noviembre de 2010. Yo estoy que no termino de asimilar la situación, pero es por esto que hoy, aunque han pasado 6 meses, deseo expresar mi más absoluto y profundo agradecimiento a todos los profesionales que le atendieron en esos 2 largos años. Espero no olvidarme de ninguno y, si así fuera, ruego me perdonen.
Por el trato recibido de cariño, humano y de calor cercano, esto se agradece muchísimo, pues suple, en parte, a la familia que no siempre tienes cerca, y llegan a serlo todas estas personas.
Así pues, mi cariño y afecto para todos ellos:
En primer lugar, al Dr. José David Cumplido Burón, excelente profesional y mejor persona.
Al servicio de quimioterapia: Julia, Pilar… y demás compañeros, todos ellos formales y cariñosos.
Neuróloga: Rosario Vela Yebra.
Dermatólogo: Vicente Marco Esteban.
Unidad del Dolor: Mª Pilar Santos Fuster y Fernando José Leone, muy cariñoso y humano, le envío un abrazo.
Medicina Interna: Juan María López Quiñones Llamas, Felipe Blasco Patiño, Gemma Peñades Cervera, Cristóbal Serrano Fernández. A todos ellos, ¡¡gracias!!, por su trato cuando mi esposo estuvo ingresado.
Reumatólogo: Trinitario Pina Murcia.
Traumatólogo cirujano ortopédico: Fernando Ruiz Valiente y a los anestesistas -que ignoro los nombres- que le atendieron en urgencias y en planta, fue que debido al cuadro por el cáncer, no se pudo operar. A todos, ¡gracias por su buen trato!
Servicio U-H-D (Unidad Hospital a Domicilio): Dra. Lucía Delgado Blanes, Claudia Elosegui, Patricia Esguerra, Pablo Alejandro Llontop García.
Psicóloga: Inmaculada González Sáez.
Enfermeras: Lidia Rabadán Narváez, Inmaculada Noguera Perea.
Médico digestivo: Juan Carlos Penalva Polo, fue también muy humano y comprensivo conmigo, explicándome lo que tenía mi esposo. ¡Un abrazo para él! Después de este Dr. Penalva, vino el oncólogo Dr. Complido.
Dr. Ramiro Nieto Ocaña; es nuestro médico de familia, a quien también le agradezco el trato amable, humano y cariñoso para nosotros, sobre todo con mi esposo, cuando supo de su enfermedad. Dijo: «siento que le pase esto, pues es un buen hombre». Un abrazo de mi parte para el Dr. Nieto.
Servicio de Ambulancias: Cristina, Isabel, Jorge, Costa, Marcelino, Sebas, Víctor, Gómez, Eduardo, Alonso, Alex, Antonio, Rubén, Ángel, Damián. ¡A todos ellos un sinfín de gracias! por su trato y comportamiento para con nosotros, cariñoso, humano y comprensivo. ¡Abrazos!
También a todo el voluntariado del cáncer, que todos los días de la semana en quimioterapia no falta nunca café, zumo y un bollito, como también a media mañana, un sándwich de jamón o de otra cosa, y siempre con mucho cariño y sonrisa en la cara; y a los familiares que nos encontrábamos en la sala de espera (esas largas 5 horas) también nos daban el café y el bocadillo con la misma amabilidad y cariño, yo les digo también: ¡Gracias! Con todo mi afecto.
No quiero olvidarme de las señoritas administrativas, que también están dispuestas, siempre, para atenderte con cariño y una amable sonrisa, ellas son: Mara, Arancha, Amparo y demás compañeros ¡También mi agradecimiento y afecto!
Como digo al principio de esta carta, si me olvido de alguien, ¡que me disculpen! Les estoy igualmente agradecida, no me cansaré de repetirlo.
Rafaela Maroto Díaz
Dejar una contestacion