Ni el frío reinante, ni la lluvia que cayó durante la tarde fueron capaces de enturbiar la devoción con que Torrevieja vivió la tradicional procesión en honor a la Inmaculada Concepción, en la tarde noche de su día, el 8 de diciembre.
Cientos de personas participaron, alumbrando con velas el paso de su patrona, la Purísima, tan querida y venerada por su pueblo.
Encabezaban la procesión la dulzaina y el tamboril, y la presidían la Reina de la Sal con sus Damas de Honor y los representantes de la corporación municipal, encabezados por el alcalde, Pedro Hernández Mateo, acompañado por las autoridades religiosas, civiles y militares. Cuando la procesión llegó a la altura del Casino, fue disparado un espléndido castillo de fuegos artificiales, como marca la tradición, para, a continuación, emprender el camino de regreso al templo arciprestal y allí despedir a la patrona hasta el próximo año.
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