De lunes a jueves

LUNES
Con algo de resaca residual, consecuencia de la fiesta celebración de los cincuenta años de un amigo, el día anterior, me presento en algo que a priori denominan campo de fútbol. Una vez allí, y en vista de lo visto, me vuelvo a preguntar cómo me he dejado liar por mi amigo Joaquín para venir a ver el arbitraje de una de sus alumnas y emitirle un pequeño informe de su actuación. Pienso que Joaquín se lo merece todo, él y toda la gente de la Delegación de Árbitros de Orihuela, por el magnífico trabajo que vienen desarrollando con los más jóvenes en la captación y formación de árbitros y deportistas.

MARTES
Un comentario de un grupo de señoras treinteañeras me devuelve a la realidad: «una mujer nos va a arbitrar, yo no estoy de acuerdo con eso, las mujeres a su casa a barrer y cocinar», «las mujeres no debían de meterse en deportes de hombres».
Para los expertos, el machismo «femenino» encierra razones sociales, culturales y psicológicas. La mujer machista es aquella que tiende a sacrificar su individualidad, su identidad, sus creencias, su trabajo, sus amigas y a veces hasta su salud cuando está en pareja. El pasado domingo pude comprobar que todavía queda un largo camino por recorrer. Por cierto, la colegiada del encuentro realizó un magnífico arbitraje, demostrando capacidad física, inteligencia, sentido común, conocimiento y aplicación correcta del reglamento, algunas de las mismas cualidades que demuestra cada lunes cuando se incorpora a sus estudios en la Universidad. Y ya de paso, aprovecho para recordarles a estas señoras que las mujeres también tienen acceso a la «Uni» y a una carrera profesional como cualquier varón, así que animaos que a tiempo estáis, eso sí, contando con el permiso de vuestro marido, faltaría más.

MIÉRCOLES
Lo más difícil de escribir, como me dice mi amigo Óscar, es escribir y después hacerlo con «estilo propio» y con independencia. Dicho así hasta parece fácil, pero no lo es, crean ustedes.
El tener un estilo propio debe de ser parecido a tener un lenguaje propio, evolucionar con él, pues si no, una vez creado, si no evolucionas, no haces más que copiarte a ti mismo. En esta bendita ciudad, vemos cómo los estilos «periodísticos», salvo honrosas excepciones, pasan por los clichés y plantillas informativas del gabinete de prensa municipal. Las «reglas de juego» (pautas, reparto de cartas o la administración del bacalao) de la información local siguen correspondiendo a los conceptos clásicos y manidos de siempre, y, claro, esto complica bastante todo este lío del estilo propio, la personalidad, independencia, creatividad literaria e informativa de los artistas de la pluma local. Un servidor, aunque a alguno no le guste, seguirá perseverando en mantener su estilo propio, su independencia y lealtad hacia sus lectores. Aunque asuma el riesgo, una vez más, de que ellos, los de la pluma, no me invitarán nunca jamás a sus «comidicas».

JUEVES
«No desean que haya cabida para teóricas o planteamientos alternativos, para nuevas propuestas. Nos seguimos moviendo por esquemas mentales fijos e inquebrantables».
El erudito francés Jean Hani resaltaba que: «Los que desempeñan las funciones más elevadas, incluso las más santas, no son siempre los mejores». Atengámonos, sin ir más lejos, a los escándalos de todo tipo, político, financiero, empresarial, que vienen ocurriendo en nuestra Comunidad Valenciana, o si miramos geográficamente, un poquito más lejos, Andalucía o la Comunidad Gallega.
Los ejemplos que dan a la sociedad políticos, o personajes como la ex-directora y consejeros de la CAM, utilizando «presuntamente» el poder para enriquecerse y obtener grandes posesiones materiales, olvidando cuál era su verdadera misión, no son los más edificantes para la sociedad. Los conceptos de la dignidad y la integridad se desmoronan en estos tiempos difíciles. Por todo ello, es lógico que crezca la ola de indignación que recorrió el planeta y que hizo que más de 50.000 personas se manifestaran durante el 15-O en las ciudades de nuestra Comunidad al grito de «Fui a robar a un banco y el banquero se me adelantó», o «No somos de derechas ni de izquierdas. Somos los de abajo y vamos a por los de arriba».

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