El arreglo de cuentas

Porque el reino de los cielos será semejante a un hombre que al emprender un viaje largo, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
A uno dio cinco talentos, a otro dos, y a otro, uno. A cada uno dio conforme a su capacidad y se fue lejos.
Inmediatamente, el que había recibido cinco talentos se fue, negoció con ellos y ganó otros cinco talentos.
De la misma manera, el que había recibido dos ganó también otros dos.
Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
Después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos.
Cuando se presentó el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos y dijo: “Señor, me entregaste cinco talentos; he aquí he ganado otros cinco talentos.”
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”
Y cuando se presentó el que había recibido dos talentos, dijo: “Señor, me entregaste dos talentos; he aquí he ganado otros dos talentos.”
Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel. Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor.”
Pero cuando se presentó el que había recibido un talento, dijo: “Señor, yo te conozco que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Y como tuve miedo, fui y escondí tu talento en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo.”
Su señor respondió y le dijo: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Sabías que cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí? Por lo tanto, debías haber entregado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, habría recibido lo que es mío con los intereses. Por tanto, quitadle el talento y dadlo al que tiene diez talentos. Porque a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
Al siervo inútil echadlo en las tinieblas de afuera.” Allí habrá llanto y crujir de dientes.
Ante esta parábola de Jesús, yo me pregunto ¿qué habría que hacer con el actual gobierno que recibió un país lleno de talentos y hoy nos encontramos con casi 5.000.000 de parados?. Se ve que en lugar de hacerlos crecer como en la parábola, ha ocurrido lo contrario que han disminuido sensiblemente y muy lamentablemente.
Lo peor de esto es que, personas que han contribuido a este modo de administrar los talentos recibidos, ahora nos quieren convencer de que pueden arreglarlo, por lo que yo me pregunto ¿Por qué no lo hicieron antes? Ahora quieren arreglar lo que antes destruyeron, pues, de cada diez parados en Europa, ocho son españoles. ¿Por qué los otros países han salido a flote y España no? La respuesta está bien clara, escondieron tanto los talentos que ahora no los encuentran.
Lo peor de todo no es eso, sino que, cada día que pasa, tardan más en encontrarlos, por mucho que quieran convencernos de lo contrario.

Carlos García

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