Lloraré las penas

Antonio Vera
Representante del PSOE en el Instituto de Cultura

Para salir al paso de un rumor malintencionado en el que se acusa al PSOE de estar en contra de las asociaciones culturales de Torrevieja, quisiera explicar por qué voté lo que voté en la última reunión de la Junta Rectora del Instituto Municipal de Cultura, de la que formo parte representando al PSOE. Voté en contra de la programación cultural de invierno por considerarla arbitraria e inapropiada para una ciudad de la talla de Torrevieja. Voté también en contra de unos reconocimientos de crédito, por valor de 37.000 euros, y cuyo objetivo es pagar facturas olvidadas hace años, no porque no quiera que la gente cobre, sino para poner de manifiesto la irresponsabilidad de la Concejalía de Cultura.
En cuanto a los reconocimientos de crédito, un recurso excepcional en un buen gestor, el abuso que de los mismos hace nuestro equipo de Gobierno local es la prueba de su grado de incompetencia. La Concejalía de Cultura siempre ha sido incapaz de cumplir o aproximarse siquiera al cumplimiento de ni uno solo de sus presupuestos. La explicación es simple: los hace sabiendo que no los va a cumplir, ignorando parte de los gastos para conseguir cuadrar las cuentas y así poder seguir engañando a los ciudadanos llenándose la boca de falsa responsabilidad y austeridad. Esta claro que para el PP local la crisis no existe, y con su actitud temeraria está permitiendo que la deuda municipal siga fuera de control, abocando a los torrevejenses a un pozo cada vez más negro y más profundo del que vamos a tardar décadas en salir.
Como consecuencia de esta forma de hacer las cosas, en el reparto de las migajas de la ruina presupuestaria de este año le han tocado solo 87.000 euros a la programación cultural de invierno, de los que Bisbal se va a llevar 60.000 (más taquillas). El resto es una cifra ridícula que ha permitido sólo crear una programación localista, que considero muy respetable pero que esta lejos de lo que necesitaría una ciudad con un marcado carácter turístico como la nuestra. Además, me parece absolutamente inmoral que se esté pagando a los proveedores con hasta 4 años de retraso cuando hay liquidez para pagar 60.000 a tocateja para 2 conciertos. La pregunta que surge es obvia: ¿cuántos proveedores no van a cobrar este año y cuántos de sus empleos peligrarán para que el alcalde tenga su foto con Bisbal? Más de uno llorará sus penas cuando vea esa foto.