¡Cuántas veces nos lamentamos diciendo: «Y si lo hubiera pensado…»!
El pensar, el pensamiento, no sólo significan ser más atentos y agradables, más simpaticos y comprensivos, más explicativos y sociables, sino que implica, entre otras cualidades, el diálogo, la comunicación, el compromiso, el amor mutuo, la paciencia, el comparar, el disuadir, el discutir razonable y amablemente, el contemporizar, llevándonos por consiguiente a planear, a proyectar, a ejecutar situaciones que nos llevarán con toda seguridad a un futuro más halagüeño.
José Rivero Santana
(Asociación de Vecinos Colaborando)
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