Domingo Soler Torregrosa
Concejal Alternativa Popular
Ayuntamiento Torrevieja
«Torrevieja hace 20 años era tercermundista». Éstas fueron las palabras que pronunció el sr. Albaladejo en el último Pleno del Ayuntamiento de Torrevieja. Este señor que ejerce como portavoz del Partido Popular y es diputado provincial demostró una vez más que, además de ser un lactante político, no tiene vergüenza. Y es que en esta ocasión ambas cosas van juntas. Porque esa afirmación la hizo en una bancada, la del equipo de Gobierno, separado escasos metros de dos hijos de dos excelentes alcaldes de nuestra ciudad, a los que, si este señor tuviera vergüenza y supiera algo de la política de Torrevieja, les habría pedido perdón públicamente.
Porque el sr. Albaladejo, el señor diputado, comparte equipo de Gobierno con la hija del alcalde don Juan Mateo, y digo yo que a Carmen Mateo no le daría ningún gusto escuchar que su padre gobernó un pueblo del tercer mundo; cuando la única verdad es que a los alcaldes de antes les corría por las venas el servicio público, no ganaban un duro y más bien se lo dejaban en el pueblo. Y ése es el caso también de don Francisco Díez, padre del Interventor del Ayuntamiento, que estaba sentado a unos tres metros del diputado lactante, que se dejó la piel y su dinero en mejorar la vida de los torrevejenses.
Es cierto que yo tengo más años que él. Y más memoria. Y más vergüenza. Y por eso recuerdo a don Martín Zurbano y a don Vicente García y a doña Rosa Mazón y a don Joaquín García Sánchez. Todos tienen alguna calle, un campo de fútbol… Algo que les recuerda. A él, sin embargo, la memoria se le debe acabar en Pedro Hernández, al que parece que les da miedo recordarle en algo o igual están esperando que terminen de hacer un macrojuzgado para ponerle su nombre.
Pues cuando uno se dedica a la política, a hacer de portavoz, a erigirse en la voz del bien y del mal… uno tiene que documentarse y no puede tirar por tierra el trabajo de los demás. No puede minusvalorar el trabajo honrado de los que miraron por sus vecinos independientemente de los tiempos que les tocó vivir, ni tampoco puede ignorar a los que tuvieron que hacer una transición e hicieron de una Torrevieja partidista una Torrevieja equilibradamente democrática.
Porque, señor Albaladejo, Torrevieja ahora sí es tercermundista, y lo será mientras gobernantes como usted sumen con su paga extra el próximo mes de julio 16.000 euros y el pueblo mientras tanto esté buscándose su vida y su comida en los contenedores.
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