Ríos de tinta están corriendo estos días por las redacciones periodísticas locales y nacionales, y sobre todo manifestaciones de todo tipo, con lo ocurrido en Torrevieja, en relación con el caso de los móviles.
Esto es el colmo de los colmos, que unos concejales del equipo de Gobierno, que son los que tienen acceso a la telefonía móvil, hayan hecho uso del dinero público para reconfortar su ego, viendo u oyendo temas en los móviles que cuestan mucho dinero, y hayan tenido la desfachatez de cargar tales esperpentos lúdicos a los ciudadanos de Torrevieja.
¿Cómo es posible que, habiendo la desafección política que hay, determinados responsables municipales hayan actuado de la forma tan irracional en que lo han hecho? Además de la que está cayendo en este país por las cientos de manifestaciones en contra de los recortes y en contra de esos políticos deleznables y faltos de todo tipo de valores, como éstos que han cometido tales tropelías, de bajarse videos porno y demás temas obscenos con el dinero de los contribuyentes, era para que el pueblo de Torrevieja se levantara en una gran protesta de indignación.
¿Cómo es posible que, estando este Ayuntamiento como está económicamente y después de los recortes a los que han sometido a los presupuestos en sus aspectos sociales, se tenga la manga tan ancha para permitir los gastos «no sociales» a estos supuestos malversadores?
Para estos actos no existe excusa, como, al parecer, algún responsable político está templando gaitas y diciendo cosas como que las operadoras incluyen en su catálogo esos servicios; dándonos a entender, que los «pobrecicos inocentes», han dado a un botón y se han encontrado con la sorpresa.
Yo no critico la libertad de elección que tenga un ciudadano de optar a ver y divertirse a través de los medios que los teléfonos móviles ofrecen a sus clientes, pero de eso a que de una manera subterfugia y a escondidas hagan uso de estos recursos, costando el dinero al contribuyente, hay un abismo. El mismo que existe entre la honradez y la corrupción o la ética y lo deshonesto.
Desde luego, cuando estas situaciones similares se han producido en otros lugares, la opción siempre ha sido la misma: la dimisión de los responsables. El pueblo ya no se puede ni se debe fiar de la gestión que están llevando a cabo estos responsables políticos.
No nos debe de valer eso de que «voy a devolver el dinero», el mal está hecho y el responsable político máximo, en este caso el alcalde, deberá exigirles sin más dilación la dimisión de sus responsabilidades y no dejar pasar más tiempo impune esta barbaridad antisocial e indigna.
Joaquín Garrido Mena
bueno eso del tema de los moviles debe ser una cosa drastica en la que ha de intervenir la maxima autoridad del ayuntamiento y defenestrar a los autores que han utilizado los moviles de forma fraudulenta para cargar a los ciudadanos los costes de esos gastos fuera de lugar con los moviles. eso debe tener una respuesta drastica de las maxima autoridad municipal y erradicar o hacer pagar a los responsables, todo lo que han gastado.los ciudadanos estarian muy agradecidos con estas medidas drasticas, ahora que la situacion econmica en el pais, es bastante deplorable,