Mientras se convocan manifestaciones contra la nueva Ley de Educación, vemos cómo empiezan a desaparecer colegios públicos en la ciudad. Algunos con el triste récord -como el Ciudad de Oviedo- de haber nacido en «barracones» y desaparecer aún en «barracones». Oímos decir a la concejala de Educación que la realidad de Torrevieja hoy no tiene nada que ver con la de hace unos años, y es cierto. Entonces tendremos que admitir también que el censo tampoco es el de hace unos años. Siempre se nos ofrecen cifras que superan las de años anteriores, pero todos sabemos que la realidad actual -como bien dijo la concejala- es muy distinta. Son muchísimas las personas que han abandonado la localidad en estos años de crisis. Unas han vuelto a sus ciudades de origen y otras se han ido a otros tierras, buscando trabajo y un futuro mejor. Sólo hay que salir a las calles, una tarde cualquiera y dar un paseo. Se encuentran casi desiertas y nos producen especial tristeza. El comercio, tan sufrido, habla por sí solo y hasta en los establecimientos de chinos te lo dicen abiertamente: «nada que ver con la gente que había hace 5 ó 6 años en Torrevieja». La imagen más lúgubre es la que nos ofrecen esas calles, estrechas algunas, repletas de edificios nuevos, con la mayoría de pisos vacíos y locales cerrados, muchos con carteles, tanto de inmobiliarias como de los dichosos bancos.
Ahora que vuelve la primavera, esperamos que al menos con el buen tiempo, vuelvan aquellos afortunados que, a pesar de los tiempos que corren, puedan seguir manteniendo su segunda vivienda a la que venir los fines de semana y puentes a tomar el sol radiante de nuestro clima maravilloso, casi lo único que no nos podrán quitar y aún nos queda para disfrutar.
Dejar una contestacion