¿Por qué estamos donde estamos? La Constitucion de 1978, casi impecable documento, en ocasiones malinterpretada por algunos, posiblemente necesitaría una nueva mirada y estudio, debido a las nuevas ideas, pensamientos y nuevas infraestructuras de los tiempos modernos donde nos movemos.
La Monarquía, admirada y favorita en nuestro país, está pidiendo a gritos nuevas actitudes, aptitudes y correciones.
Los partidos políticos principales, atados de manos y pies por sus propias demandas de sostenimiento politico/económico/financiero, y casi comandados por responsabilidades europeas, creemos deberían cambiar su estrategia, tendencia política, realizar cambios muy necesarios en su partido, así como trabajar y colaborar con el resto de los partidos políticos, eliminando cualquier «vendetta» personal entre los gobernantes.
Muchos profesionales e intelectuales, así como nuevos grupos y asociaciones en nuestro país, están pidiendo paso para mejorar España, pero se tiene la impresión de que alguien o algunos les están cerrando el paso. ¿Qué deben hacer? ¿Manifestarse legalmente? ¿Escribir en los periódicos acerca de sus frustraciones? Pero lo que no puede hacerse en lo que creemos es una democracia es cerrarle el paso a quienes creemos son capaces e inteligentes para realizar una gran labor. La libertad de expresión y movimiento, el respeto a los derechos humanos, el derecho a una casa o cobijo, agua y electricidad, son derechos humanos sin paliativos.
La regularización de cientos de miles de casas ilegales en nuestro país es otro tema serio al que el Gobierno tiene que dar una solución, pues de solucionarlo podría el Gobierno tener unos buenos ingresos de IBI, recogidas de basuras, etc. Una amnistía sería una solución rápida y bienvenida, por ejemplo. Es sólo una sugerencia.
El egoísmo y la carencia de disciplina económica y financiera de la mayoría de los bancos son claros, por lo que habrá que vigilarlos muy de cerca.
Los sindicatos y las autonomías, los Ayuntamientos y las Diputaciones, al parecer con exceso de empleados y responsabilidades, parecen funcionar a trancas y barrancas sin orientación in liquidez. Un estudio entre el Gobierno y estas entidades sería necesario para el mejor funcionamientos de las mismas.
¿Adónde vamos? ¿Cuál es la solución?
No encontraremos ninguna solución política, económica o financiera sin total transparencia, integridad, justicia, seriedad y respeto en nuestras actividades.
No podremos gastar más de lo que tenemos o poseemos. No podremos pagar hipotecas con hipotecas. No podremos recibir lo que sabemos no podremos devolver.
En mi opinión, habrá que crear una comision independiente apolítica, formada por profesionales con integridad y dignidad, que intenten controlar la corrupción y el fraude en España.
¿Por qué hay que pagar bonos o grandes salarios a los jefes de los bancos u otras entidades? Esos bonos deberían ser pagados a los clientes, que son los que mantienen a los bancos o entidades abiertas. Y pienso que en los comités de esos bancos/entidades, los clientes deberían estar representados, y con voz y voto, para evitar todo tipo de injusticias contra los clientes.
Habrá que apoyar a los trabajadores autónomos o los que están intentando ser autónomos, bien reduciéndoles los impuestos o bien ofreciéndoles préstamos a los cuales puedan enfrentarse.
José Antonio Rivero Santana
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