Ofreciendo una lección ejemplar, Torrevieja, como toda España, se volcó el pasado domingo en la celebración de las elecciones generales, que tuvieron una participación masiva, con la ausencia total de incidentes desagradables.
Lucía un sol espléndido y el ambiente en las calles era como de fiesta y alegría. Daba gusto ver el movimiento por toda la ciudad, pero sobre todo en las inmediaciones de los colegios electorales, que mostraban una gran afluencia de personas, con las urnas a rebosar.
Todos los demócratas queríamos estar ahí, cumpliendo con nuestro deber y apoyando también a la familia de Isaías Carrasco, última víctima de ETA en vísperas de las elecciones, quienes, dando un ejemplo de coraje, acudieron a votar a primeras horas de la mañana, con el dolor lacerando sus corazones, rotos por tan brutal y cruel acto terrorista, pero firmes en su convicción sensata.
Nadie decente y en su sano juicio puede justificar ni comprender semejantes acciones, tan despreciables e innecesarias a estas alturas, que sólo siembran dolor y desolación. No se puede pretender conseguir nada bueno con actuaciones tan bárbaras y descerebradas. Somos seres racionales para algo, y la verdad es que hay quienes se comportan peor que los irracionales.
Terminó ya, por fin, esta etapa electoral. Unos ganaron aquí, otros allá, algunos perdieron más, otros menos, y ahora todos volvemos de nuevo a la realidad cotidiana.
Llega esta Semana Santa junto con San José, ya sabemos la velocidad que llevamos este año. Es una semana que va a quedar casi inhábil y vacacional, por lo que El Periódico de Torrevieja estará de nuevo con todos ustedes el próximo día 28 de este mes de marzo. Hasta entonces, que disfruten de estos días de fiesta intensamente.
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