Se puede vivir casi sin dinero: ¿trueque?

¿Quién ha dicho que la compasión y la consideración, la humildad y la modestia, el pensamiento y el compañerismo, la necesidad y el dolor compartido, y el existir y vivir casi sin dinero, han desparecido? Existen individuos, compañías, asociaciones, grupos y familias que dedican casi toda su vida a ayudar o colaborar con la gente para que puedan subsistir y vivir, porque la pobreza, al igual que la carencia de transparencia en Europa, continúan creciendo.
Un ejemplo de los muchos que podria citar es el de un joven alemán, casado con una mujer de Mallorca, que tienen un hijo, que vive y deja vivir, casi sin dinero. Este hombre alemán, llamado Rafael, quien habla perfectamente español, ahora residenciado en Alemania, y con un poquito de ayuda de otras personas, recoge productos de contenedores de basuras, de supermercados, de restaurantes y bares, para ayudarse y ayudar al hambriento, que son miles de ellos, los cuales no tienen un lugar para cobijarse o dormir, que no tienen trabajo ni posibilidad de ello, y, lógicamente, abandonados por sus familias e ignorados por la sociedad en que vivimos.
Rafael, muy delgado, usa su bicicleta para visitar a los dueños de los supermercados, de los bares o restaurantes o muchas tiendas de tejidos, con los cuales acuerda limpiar sus dependencias a cambio de productos o ropas que todavía se puedan comer o usar para ayudar al necesitado.
Cuando le preguntaron a Rafael si contemplaba la idea de usar dinero para mantenerse y mantener a los demás contestó: «No».

José Antonio Rivero Santana

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