Hace algunos años, concretamente en el año 2007 cuando comenzó nuestras crisis, todo beneficiario de hipoteca estaba contento, habían comprado una vivienda sobrevalorada con un préstamo hipotecario del 110% o el 120% sobre el valor de tasación, que en esta época estaba supervalorado, los bancos con tal de formalizar la operación solicitaban de las tasadoras que subieran un poco más la misma con tal de dar el préstamo y todo era alegría y beneficios para todos; los bancos ganaban mucho dinero, los ayuntamientos contaban con grandes ingresos por las obras y los impuestos y, el estado, que era quien tenía la obligación de vigilar están evolución y ver lo que iba a pasar en el futuro, también se enriquecía con los impuestos, especialmente el del IVA y el transmisiones patrimoniales; todo el mundo era feliz y, aunque los indicadores económicos anunciaban una recesión y una crisis, nadie se daba por enterado, todo iba bien.
Ahora cuando todo ha dado la vuelta y ya no va tan bien, vienen las lamentaciones, los desahucios, el empobrecimiento de las personas, en definitiva, la Crisis… Todo el mundo se lamenta pero no se acuerdan de que las Leyes estaban establecidas para todos y que ahora no se pueden cambiar de la noche a la mañana, tienen complicaciones técnicas y no podemos hacer cada día una ley que nos acomode; no obstante las instituciones gubernamentales y partidos políticos están por la labor, lo que no justifica que las manifestaciones y acosos se realicen sobre personas concretas del equipo de gobierno de una nación, pues, ellos representan lo que es un voto dentro de una mayoría y no representan las decisiones unilaterales; está bien que se manifiesten y protesten contra las instituciones que son las legisladoras, pero no en personas concretas, esto es acoso sin sentido y de mala intención contra personas que, por si solas, no pueden hacer nada. Ya no se acuerdan cuando ganaban más de 3.000,00 Euros al mes y se compraban BMW y Mercedes y ahora vienen las madres mías.
¿Qué pasa ahora? Que los precios de las viviendas han bajado y han quedado por debajo de las hipotecas y, aun dando la vivienda como dación en pago, no es suficiente para amortizar el préstamo, necesitamos la diferencia, problema que no se vio cuando todo era fácil y bonito, pero la ley estaba ahí escrita y latente y un país si quiere funcionar lo primero que tiene que hacer es respetar sus leyes y, si se quieren cambiar, para eso están los parlamentos y no hay necesidad de acosar a las personas lo que no tiene sentido ni justificación.
Cuando a Jesús le preguntaron si era licito pagar los impuestos dijo que le enseñaran una moneda en la que en una de sus caras estaba la figura del Cesar y dijo ¿quien es éste? y le contestaron el Cesar, y continuo diciendo, pues dar a Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios.
Carlos García
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