Las decisiones precipitadas siempre fallan

¿Por qué poseemos grandes deportistas que funcionan, respetables actores y actrices teatrales, buenos escritores y pintores, escultores y periodistas, etc., todos, claro está, genios individuales? Pero, ¿por qué parece que nosotros los españoles no podemos trabajar juntos como un grupo?
¿Por qué? Creemos que es porque cada uno de nosotros pensamos que nuestras ideas son las mejores, como le ha ocurrido al Ministro de Educación, sr. Wert, que decidió, sin consultar a casi nadie, eliminar las becas Erasmus de muchos estudiantes que incluso ya estaban en el extranjero, o como el Presidente de la Comunidad Valenciana cerrando el Canal Nou (9), al parecer sin apenas consultar a nadie, por citar sólo las dos últimas desgracias que han tenido que afrontar nuestros estudiantes o ciudadanos, los que, al parecer, pagan siempre los platos rotos causados por unos cuantos desconsiderados.
¿Que ocurrió? Pues lo que tenía que ocurrir, la gente salió a la calle a solicitar sus derechos y más transparencia, que, desgraciadamente, y pese a la nueva ley, parece ser ignorada por aquellos políticos que sólo piensan en sí mismos, olvidándose de que han sido votados por el pueblo, pero que no actúan para el pueblo como deberían, lo que nos empuja a pensar que parece estamos muy lejos de aplicar una democracia que se está tratando de introducir desde la Constitución de 1978, pero que, hasta la fecha, ha fracasado y seguirá fracasando si no eliminamos el presente sistema político de los partidos principales, que, al margen de no funcionar, los tiempos en que vivimos demandan más acción positiva, más transparencia, más respeto y más honestidad (pues parece que no nos podemos quitar de encima a los corruptos y a los traficantes de influencias, a los mentirosos y a los que siguen la corriente de todo lo mal que está ocurriendo al objeto de cobrar un salario que no se merecen a costa de los ciudadanos).
Y, por si ello no fuera bastante, la actividad de los presidentes Rajoy y Rubalcaba parece no agradar tampoco a muchos componentes de sus propios partidos, y, cuando ello ocurre, como está ocurriendo, se necesitará un cambio de rumbo y de gobierno. Dichos caballeros lucen cansados, apagados, siempre repitiendo y copiando todo lo que le viene desde la UE, pero su orgullo los mantendrá, hasta que los dejen, dirigiendo un barco ya casi sin navegantes.

José Antonio Rivero Santana

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